jueves, 5 de julio de 2012

PREPARACION PARA LA CONSAGRACION TOTAL

Preparación para la Consagración Total
según San Luis Grignion de Montfort
Por SCTJM

INTRODUCCIÓN
Preparación seria: La fórmula de Consagración Total a Jesús por María de San Luis María Grignion de Monfort no se debe tomar a la ligera. Esto queda probado por el hecho de que el mismo Santo aboga por una seria preparación.
Consiste en doce días preliminares para que el alma trate de vaciarse del espíritu del mundo, que es todo lo opuesto al espíritu de Jesucristo. A éstos seguirán tres semanas de oración y meditación, durante las cuales el alma buscará un mejor conocimiento de si misma (primera semana) de María (segunda semana) y de Jesucristo (tercera semana).
Aunque se recomienda mucho este tiempo preliminar, es obvio que el tiempo empleado en dicha preparación puede variar según las necesidades personales y las circunstancias. Para provecho de aquellas personas que quieren hacer la preparación completa, recomendadas por el santo, los padres Montfortianos de los EUA, han reunido en un libro las oraciones y meditaciones que proporcionan una preparación adecuada para la Consagración Total a Jesús por María.

Primera ParteDOCE DÍAS PRELIMINARES
Tema: El espíritu del mundo

Examina tu conciencia, reza, practica la renuncia a tu propia voluntad; mortificación, pureza de corazón. Esta pureza es la condición indispensable para contemplar a Dios en el cielo, verle en la tierra y conocerle a la luz de la fe.

La primera parte de la preparación se deberá emplear en vaciarse del espíritu del mundo, que es contrario al espíritu de Jesucristo. El espíritu del mundo consiste en esencia en la negación del dominio supremo de Dios, negación que se manifiesta en la práctica del pecado y la desobediencia; por tanto es totalmente opuesto al espíritu de Jesucristo, que es también el de María.

Esto se manifiesta por la concupiscencia de la carne, por la concupiscencia de los ojos y por el orgullo como norma de vida, así como por la desobediencia a las leyes de Dios y el abuso de las cosas creadas. Sus obras son el pecado en todas sus formas; en consecuencia todo aquello por lo cual el demonio nos lleva al pecado; obras que conducen al error y oscuridad de la mente y seducción y corrupción de la voluntad. Sus pompas son el esplendor y las artimañas empleadas por el demonio para hacer que el pecado sea deleitoso, en las personas, sitios y cosas.
ORACIONES PARA LOS DOCE DÍAS PRELIMINARES
Veni Creator Spiritus

Ven Espíritu creador; visita las almas de tus fieles.
Llena de la divina gracia los corazones que Tú mismo has creado.
Tú eres nuestro consuelo, don de Dios altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú el dedo de la mano de Dios,
Tú el prometido del Padre, pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones
y con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra frágil carne.
Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto tu paz,
siendo Tú mismo nuestro guía evitaremos todo lo que es nocivo.
Por Ti conozcamos al Padre y también al Hijo y que en Ti,
que eres el Espíritu de ambos, creamos en todo tiempo.
Gloria a Dios Padre y al Hijo que resucitó de entre los muertos,
y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos.
Amén.
 
            Ave Maris Stella
Salve, estrella del mar,
Madre santa de Dios
y siempre Virgen,
feliz puerta del cielo.

Aceptando aquel «Ave»
de la boca de Gabriel,
afiánzanos en la paz
al trocar el nombre de Eva.

Desata las ataduras de los reos,
da luz a quienes no ven,
ahuyenta nuestros males,
pide para nosotros todos los bienes.

Muestra que eres nuestra Madre,
que por ti acoja nuestras súplicas
Quien nació por nosotros,
tomando el ser de ti.

Virgen singular,
dulce como ninguna, l
líbranos de la culpa,
haznos dóciles y castos.

Facilítanos una vida pura,
prepáranos un camino seguro,
para que viendo a Jesús,
nos podamos alegrar para siempre contigo.

Alabemos a Dios Padre,
glorifiquemos a Cristo soberano
y al Espíritu Santo,
y demos a las Tres personas un mismo honor. Amén.
 
                   Magnificat

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

 

DÍA 1º Leer San Mateo Capítulo 5 versículos del 1 al 19
Día 2º Leer San Mateo Capítulo 5 versículo 48 y Capítulo 6 del 1 al 15
Día 3º Leer San Mateo Capítulo 7 versículos 1 al 14


Día 4º
Que ningún bien tiene el hombre de suyo ni cosa alguna de qué alabarse


Señor, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre para que le visites?
¿Qué ha merecido el hombre para que le dieses Tu gracia?
Señor, ¿de qué me puedo quejar si me desamparas? O ¿cómo justamente podré contender contigo, si no hicieres lo que pido?
Por cierto, una cosa puedo yo pensar y decir con verdad: Nada soy. Señor, nada puedo, nada bueno tengo de mí; mas en todo me hallo vacío, y camino siempre a la nada.
Y si no soy ayudado e instruido interiormente por Ti, me vuelvo enteramente tibio y disipado.
Mas Tú, Señor, eres siempre el mismo, y permaneces eternamente, siempre bueno, justo y santo, haciendo todas las cosas bien, justa y santamente, y ordenándolas con sabiduría. Pero yo, que soy más inclinado a caer que a aprovechar, no persevero siempre en un estado, y me mudo siete veces cada día.
Mas luego me va mejor cuando te dignas alargarme tu mano auxiliadora; porque Tú solo, sin humano favor, me puedes socorrer y fortalecer, de manera que no se mude más mi semblante, sino que a Ti solo se convierta y en Ti descanse mi corazón.
El que quisiere estar muy seguro en tiempo de paz, se encontrará abatido y temeroso en tiempo de guerra.
Si supieses permanecer siempre humilde y pequeño para contigo, y morar u regir bien tu espíritu, no caerías tan presto en peligro ni pecado.
Buen consejo es que pienses cuando estás con fervor de espíritu, lo que puede ocurrir con la ausencia de luz.
(Imitación de Cristo, libro II, caps. 40 y 7)Oraciones para los doce días preliminares
DIA 5º
Por lo cual, si yo supiese bien desechar toda consolación humana, ya sea por alcanzar devoción o por la necesidad que tengo de buscarte, porque no hay hombre que me consuele, entonces con razón, podría yo esperar en tu gracia, y alegrarme con el don de la nueva consolación.
Gracias sean dadas a Ti, de quien viene todo, siempre que me sucede algún bien.
Porque delante de Ti yo soy vanidad y nada, hombre mudable y flaco.
¿De dónde, pues, me puedo gloriar, o por qué deseo ser estimado?
¿Por ventura de la nada? Esto es vanísimo.
Verdaderamente, la gloria frívola es una verdadera peste y grandísima vanidad; porque nos aparta de la verdadera gloria y nos despoja de la gracia celestial.
Porque contentándose un hombre a sí mismo, te descontenta a Ti; cuando desea las alabanzas humanas, es privado de las virtudes verdaderas.La verdadera gloria y alegría santa consiste en gloriarse en Ti y no en sí; gozarse en Tu nombre, y no en su propia virtud, ni deleitarse en criatura alguna, sino por Ti.
Sea alabado Tu nombre, y no el mío; engrandecidas sean Tus obras, y no las mías; bendito sea Tu santo nombre, y no me sea a mí atribuida parte alguna de las alabanzas de los hombre. Tú eres mi gloria. Tú eres la alegría de mi corazón.
En Ti me gloriaré y ensalzaré todos los días; mas de mi parte no hay de qué, sino de mis flaquezas.
(Imitación de Cristo, libro III, cap. 40)Oraciones para los doce días preliminares
Día 6º
El ejemplo de los Santos Padres

Considera bien los heroicos ejemplos de los Santos Padres, en los cuales resplandece la verdadera perfección y religión, y verás cuán poco o casi nada es lo que hacemos.
¡Ay de nosotros! ¿Qué es nuestra vida comparada con la suya?
Los santos y amigos de Cristo sirvieron al Señor en hambre, en sed, en frío y desnudez, en trabajos y fatigas, en vigilias y ayunos, en oraciones y santas meditaciones, en persecuciones y muchos oprobios.
¡Oh! ¡Cuán graves y muchas tribulaciones padecieron los apóstoles, mártires, confesores, vírgenes y todos los demás que quisieron seguir las pisadas de Jesucristo!
Pues en esta vida aborrecieron sus vidas para poseer sus almas en la eterna.
¡Oh! ¡Cuán estrecha retirada vida hicieron los Santos Padres en el yermo! ¡Cuán largas y graves tentaciones padecieron! ¡Cuán ordinarios fueron atormentados del enemigo! ¡Cuán continuas y fervientes oraciones ofrecieron a Dios! ¡Cuán rigurosas abstinencias cumplieron! ¡Cuán gran celo y fervor tuvieron en su aprovechamiento espiritual! ¡Cuán fuertes peleas pasaron para vencer los vicios! ¡Cuán pura y recta intención tuvieron con Dios!
De día trabajaban, y por la noche se ocupaban en larga oración; y aunque trabajando, no cesaban de la oración mental.
Todo el tiempo gestaban bien; las horas les parecían cortas para darse a Dios; y por la gran dulzura de la contemplación, se olvidaban de la necesidad del mantenimiento corporal.
Renunciaban a todas las riquezas, honras, dignidades, parientes y amigos; ninguna cosa querían del mundo; apenas tomaban lo necesario para la vida, y les era pesado servir a su cuerpo aun en las cosas necesarias.
De modo que eran pobres de lo temporal, pero riquísimos en gracia y virtudes.
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 18)Oraciones para los doce días preliminares
Día 7º
En lo de fuera eran necesitados, pero en lo interior estaban con la gracia y divinas consolaciones recreados.
Ajenos eran al mundo; mas muy allegados a Dios, del cual eran familiares y amigos.
Teníanse por nada cuando a sí mismos, y para con el mundo eran despreciados; mas en los ojos de Dios eran muy preciosos y amados.
Estaban en verdadera humildad; vivían en la sencilla obediencia; andaban en caridad y paciencia, y por eso cada día crecían en espíritu, y alcanzaban mucha gracia delante de Dios.
Fueron puestos por dechados a todos los religiosos y más nos deben mover para aprovechar el bien, que no la muchedumbre de los tibios para aflojar y descaecer. ¡Oh! ¡Cuán grande fue el fervor de todos los religiosos al principio de sus sagrados institutos!
¡Cuánta la devoción de la Oración! ¡Cuánto el celo de la virtud! ¡Cuánta disciplina floreció! ¡Cuánta reverencia y obediencia al superior hubo en todas las cosas!
Aun hasta ahora dan testimonio de ello las señales que quedaron, de que fueron verdaderamente varones santos y perfectos que, peleando tan esforzadamente, vencieron al mundo.
Ahora ya se estima en mucho aquel que no es transgresor, y si con paciencia puede sufrir lo que aceptó por su voluntad.
¡Oh tibieza y negligencia de nuestro estado, que tan presto declinamos del fervor primero, y nos es molesto el vivir por nuestra flojedad y tibieza!
¡Pluguíese a Dios que no durmiese en ti el aprovechamiento de las virtudes, pues viste muchas veces tantos ejemplos de devotos!
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 18)Oraciones para los doce días preliminares
Día 8º
Cómo se ha de resistir a las tentaciones

Mientras en el mundo vivimos no podemos estar sin tribulaciones y tentaciones.
Por lo cual está escrito en Job: Tentación es la vida del hombre sobre la tierra.
Por eso cada uno debe tener mucho cuidado acerca de la tentación, y velar en oración, porque no halle el demonio lugar de engañarle, que nunca duerme, sino busca por todos lados a quién tragarse.
Ninguno hay tan santo ni tan perfecto que no tenga algunas veces tentaciones, y no podemos vivir sin ellas.
Mas las tentaciones son muchas utilísimas al hombre, aunque sean graves y pesadas, porque en ellas es uno humillado, purgado y enseñado.
Todos los santos, por muchas tribulaciones y tentaciones pasaron, y aprovecharon.
Y los que no las quisieron sufrir y llevar bien, fueron tenidos por malos y desfallecieron.
No hay orden ni religión tan santa, ni lugar tan secreto, donde no haya tentaciones y adversidades.
No hay hombre seguro del todo de tentaciones mientras que vive; porque en nosotros mismos está la causa de donde vienen, pues que nacimos con la inclinación al pecado.
Pasada una tentación o tribulación sobreviene otra, y siempre tendremos que sufrir, porque se perdió el bien de nuestra primera felicidad.
Muchos quieren huir de las tentaciones, y caen en ellas más gravemente.
No se pueden vencer sólo con huirlas; con paciencia y buen ánimo, vencerlas (con el favor divino) mejor que no con tu propio conato y fatiga.
Toma muchas veces consejo en la tentación, y no seas desabrido con el que está tentado; antes procura consolarle como tú lo quisieras para ti.
El principio de toda tentación es la inconstancia del ánimo y la poca confianza en Dios.
Porque como la nave sin timón la llevan a una y otra parte las olas, así el hombre descuidado y que desiste de sus propósitos es tentado de diversas maneras.
(Imitación de Cristo, libro 1, cap. 13)Oraciones para los doce días preliminares
Día 9º
El fuego prueba al hierro, y la tentación al hombre justo.
Muchas veces no sabemos lo que podemos; mas la tentación descubre lo que somos.
Debemos pues, velar principalmente al venir la tentación; porque entonces más fácilmente es vencido el enemigo cuando no le dejamos pasar de la puerta del alma, y se le resiste al umbral luego que toca.
Atajar al principio el mal procura:
Si llega a echar raíz, tarde se cura.
Porque primeramente se ofrece al ánima sólo el pensamiento sencillo; después, la importuna imaginación; luego, la delectación y el torpe movimiento, y el consentimiento.
Y así entra poco a poco el maligno enemigo, y se apodera de todo por no resistirle al principio.
Y cuanto más tiempo fuere uno perezoso en resistir, tanto se hace cada día más flaco, y el enemigo contra él más fuerte.
Algunos padecen graves tentaciones al principio de su conversión, y otros, al fin.
Pero otros son molestados casi por toda su vida.
Algunos son tentados blandamente, según la sabiduría y el juicio de la divina Providencia, que mide el estado y los méritos de los hombres, y todo lo tiene ordenado para la salvación de sus escogidos.
Por eso no debemos desconfiar cuando somos tentados, sino antes rogar a Dios con mayor fervor que sea servido de ayudarnos en toda tribulación; el cual, sin duda, según el dicho de San Pablo, nos dará el auxilio junto con la tentación para que la podamos resistir.
Humillemos, pues, nuestras almas bajo la mano de Dios en toda tribulación y tentación, porque El salvará y engrandecerá a los humildes de espíritu.
En las tentaciones y adversidades se ve cuánto uno ha aprovechado y en ellas consiste el mayor merecimiento y se conoce mejor la virtud.
Imitación de Cristo, libro I, cap.13) Oraciones para los doce días preliminares
Día 10º
En despreciando el mundo, es dulce cosa servir a Dios

Otra vez hablaré, Señor, ahora, y no callaré. Diré en los oídos de mi Dios, mi Señor y mi Rey, que está en el cielo:
¡Oh Señor, cuán grande es la abundancia de tu dulzura, que escondiste para los que te temen! Pero, ¿qué eres para los que te aman, y qué para los que te sirven de todo corazón?
Verdaderamente es inefable la dulzura de tu contemplación, la cual das a los que te aman.
En esto me has mostrado singularmente tu dulce caridad, en que cuando yo no existía me creaste, y cuando erraba lejos de ti, me convertiste para que te sirviese, y me mandaste que te amase.
¡Oh fuente de amor perenne! ¿Qué diré de Ti?
¿Cómo podré olvidarme de Ti, que te dignaste acordarte de mí aun después que yo me perdí y perecí?
Usaste de misericordia con tu siervo sobre toda esperanza, y sobre todo merecimiento me diste tu gracia y amistad.
¿Qué te volveré yo por esta gracia? Porque no se concede a todos que, dejadas todas las cosas, renuncien al mundo y escojan vida retirada.
¿Por ventura es gran cosa que yo te sirva, cuando toda criatura está obligada a servirte?
No me debe parecer mucho servirte, sino más bien me parece grande y maravilloso que Tú te dignaste recibir por siervo a un tan pobre e indigno y unirle con tus amados siervos.
Tuyas son, pues, todas las cosas que tengo y con que te sirvo.
Pero, por el contrario, Tú me sirves más a mí que yo a Ti.
El cielo y la tierra que Tú creaste para el servicio del hombre, están prontos, y hacen cada día todo lo que les has mandado; y esto es poco, pues aun has destinado los ángeles para servicio del hombre.
Mas a todas estas cosas excede el que Tú mismo te dignaste servir al hombre, y le prometiste que te darías a Ti mismo.
¿Qué te daré yo por tantos millares de beneficios? ¡Oh! ¡Si pudiese solamente, siquiera un solo día hacerte algún digno servicio!
Verdaderamente Tú solo eres digno de todo servicio, de toda honra y de alabanza eterna.
Verdaderamente Tú solo eres mi Señor, y yo soy un pobre siervo tuyo, que estoy obligado a servirte con todas mis fuerzas, y nunca debo cansarme de alabarte.
Así lo quiero, así lo deseo; y lo que me falta, ruégote que Tú lo suplas.
Grande honra y gran gloria es servirte, y despreciar todas las cosas por Ti.
Por cierto, grande gracia tendrán los que de toda voluntad se sujetaren a Tu santísimo servicio.
Hallarán la suavísima consolación del Espíritu Santo los que por amor tuyo despreciaron todo deleite carnal.
(Imitación de Cristo, libro III, cap. 10) Oraciones para los doce días preliminares
DIA 11º
De la fervorosa enmienda de nuestra vida

Se hallaba uno lleno de congoja luchando entre el temor y la esperanza; y un día cargado de tristeza entró en la iglesia y se postró delante del altar en oración, y meditando en su corazón varias cosas, dijo: ¡Oh! ¡Si supiese que había de perseverar! Y luego oyó en lo interior la divina respuesta: ¿Qué harías si eso supieses? Haz ahora lo que entonces quisieras hacer, y estarás seguro.
Y en aquel punto, consolado y confortado, se ofreció a la divina voluntad, y cesó su congojosa turbación.
Y no quiso escudriñar curiosamente para saber lo que le había de suceder, sino que anduvo con mucho cuidado de saber lo que fuese la voluntad de Dios, y a sus divinos ojos más agradable y perfecto, para comenzar y perfeccionar toda buena obra.
El Profeta dice: Espera en el Señor, y has bondad, y habita en la tierra, y serás apacentado en sus riquezas.
Detiene a muchos el fervor de su aprovechamiento, el espanto de la dificultad, o el trabajo de la pelea.
Ciertamente aprovechan más en las virtudes, aquellos que más varonilmente ponen todas sus fuerzas para vencer las que les son más graves y contrarias.
Porque allí aprovecha el hombre más y alcanza mayor gracia, adonde más se vence, a sí mismo y se mortifica el espíritu.
Pero no todos tienen igual ánimo para vencer y mortificarse.
No obstante, el diligente y celoso de su aprovechamiento, más fuerte será para la perfección, aunque tenga muchas pasiones, que el de buen natural, si pone poco cuidado en las virtudes.
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 25)Oraciones para los doce días preliminares

Día 12º
Mas si vieres alguna cosa digna de reprensión, guárdate de hacerla; y si alguna vez la hiciste, procura enmendarte luego.
Así como tú miras a los otros, así los otros te miran a ti.
¡Oh! ¡Cuán alegre y dulce cosa es ver los devotos y fervorosos hermanos, con santas costumbres y observante disciplina!
¡Cuán triste y penoso es verlos andar desordenados, y qué no hacen aquello a que son llamados por su vocación!
¡Oh! ¡Cuán dañoso es ser negligentes en el propósito de su llamamiento, y ocuparse en lo que no les mandan!
Acuérdate de la profesión que tomaste, y proponte por modelo al Crucificado.
Bien puedes avergonzarte mirando la vida de Jesucristo; porque aún no estudiaste a conformarte más con El, aunque ha muchos años que estás en el camino de Dios.
El religioso que se ejercita intensa y devotamente en la santísima vida y pasión del Señor, halla allí todo lo útil y necesario cumplidamente para sí; y no hay necesidad que busque cosa mejor fuera de Jesús.
¡Oh! ¡Si viniese a nuestro corazón Jesús crucificado, cuán presto y cumplidamente seríamos enseñados.
El hombre fervoroso y diligente, a todo está dispuesto.
Mayor trabajo es resistir a los vicios y pasiones, que sudar en los trabajos corporales.
El que no evita los defectos pequeños, poco a poco cae en los grandes.
Te alegrarás siempre a la noche, si gastares bien el día.
Vela sobre ti, despiértate a ti, amonéstate a ti, y sea de los otros lo que fuere, no descuides de ti.
Tanto aprovecharás cuanto más fuerza te hicieres.
Amén.
(Imitación de Cristo, libro I, cap. 25)Oraciones para los doce días preliminares

Segunda Parte
Tema: CONOCIMIENTO DE SI MISMO
 Las oraciones, exámenes, reflexiones, actos de renuncia de nuestra propia voluntad, de arrepentimiento por nuestros pecados, de desprecio propio, realizado todo a los pies de María, ya que por Ella esperamos la luz para conocernos a nosotros mismos. Junto a Ella, podremos medir el abismo de nuestras miserias sin desesperar. Debemos emplear todas nuestras acciones piadosas en pedir un conocimiento propio y el arrepentimiento de nuestros pecados: y debemos hacer esto con espíritu de piedad. Durante este período, consideraremos tanto la oposición que existe entre el espíritu de Jesús y el nuestro, como el miserable y humillante estado en que nos han reducido los pecados. Además, siendo la verdadera devoción una manera fácil, corta, segura y perfecta para llegar a esa unión con Nuestro Señor, que es la perfección a la imitación de Cristo. Entraremos decididamente por este camino, firmemente convencidos de nuestra miseria e incapacidad. Pero, ¿cómo conseguir esto sin el conocimiento de sí mismo?
  
ORACIONES QUE SE REZARAN DESDE EL DÍA 13º  AL 19º,
Señor,      ten piedad (bis)Cristo,      ten piedad (bis)Señor,       ten piedad (bis)Cristo,      óyenos (bis)Cristo,      escúchanos (bis)Dios Padre Celestial,                                Ten misericordia de nosotros.Dios, Hijo, Redentor del mundo                   Ten misericordia de nosotros.Dios, Espíritu Santo,                                    Ten misericordia de nosotros.Trinidad Santa, un solo Dios,                         Ten misericordia de nosotros.Espíritu que procede del Padre y del Hijo,        Ilumínanos y santifícanos.Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación planeando sobre las aguas las fecundaste,   Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu por inspiración del cual han hablado los profetas,    Ilumínanos y santifícanos.Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas.                              ”
Espíritu que das testimonio de Cristo.                                               ”              
Espíritu de verdad que nos instruyes
sobre todas las cosa,  Ilumínanos y santifícanos.Espíritu que sobreviene a María.                                                  ”                       
Espíritu del Señor que llena todo el orbe.                                     ”
Espíritu de Dios que habita en nosotros.                                      ”
Espíritu de sabiduría y de entendimiento.                                     ”
Espíritu de consejo y de fortaleza.                                               ”
Espíritu de ciencia y de piedad.                                                   ”
Espíritu de temor del Señor.                                                        ”
Espíritu de gracia y de misericordia.                                             ”
Espíritu de fuerza, de dilección (amor reflexivo) y de sobriedad.      ”
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz.                            ”
Espíritu de humildad y de castidad.                                              ”
Espíritu de benignidad y de mansedumbre.                                   ”
Espíritu de multiforme gracia.                                                      ”
Espíritu que escrutas los secretos de Dios.                                  ”
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables.           ”
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma.            ”
Espíritu en el cual renacemos.                                                      ”                                                                              
Espíritu por el cual se difunde la caridad en  nuestros corazones.    ”
Espíritu de adopción de los hijos de Dios.
Espíritu que en lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste.    ”
Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos.                       ”
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres.          ”
Sednos propicio,                                      perdónanos, Señor.Sednos propicio,                                      escúchanos, Señor.De todo mal,                                           líbranos, SeñorDe todo pecado,                                                  ”
De tentaciones e insidias del demonio.                  ”
De la presunción y desesperación.                        ”
De la resistencia a la verdad conocida.                  ”
De la obstinación y de la impenitencia.                 ”
De la impureza de la mente y del cuerpo.              ”
Del espíritu de fornicación.                                   ”
De todo espíritu del mal.                                      ”
Por Tu eterna procesión del Padre y del Hijo.                 Te rogamos óyenos.Por Tu descenso sobre Cristo en el Jordán                                    ”
Por Tu advenimiento sobre los discípulos.                                      ”
En el día del juicio, nosotros pecadores.                                        ”
Para que así como vivimos del Espíritu, obremos también por El.     ”
Para que reacordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos.    
Te rogamos óyenos.Para que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne.                         ”
A fin de que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne.                                         ”
Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios.                                                  ”
Para que seamos solícitos en guardar la  unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.           ”
Para que no creamos a todo espíritu.                                                                              ”
Para que probemos a los espíritus si son de Dios.                                                           ”
Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud.                                          ”
Para que nos confirmes por tu Espíritu Soberano.                                                            ”

Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo,   perdónanos,  Señor. 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo,  
escúchanos, Señor Cordero de Dios, que quitas el pecado del 
Mundo,  ten piedad de nosotros.
Asístanos, te pedimos Señor, la virtud del Espíritu Santo, que purifique  clemente nuestros corazones y nos preserve de todo mal. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
 
Señor,       ten piedad.             Señor,        ten piedad.Cristo,      ten piedad.              Cristo,        ten piedad.Señor,       ten piedad.             Señor,        ten piedad.Cristo,      óyenos.                   Cristo,         óyenos.Cristo,      escúchanos.           Cristo,      escúchanos.Dios Padre Celestial.                                      Ten misericordia de nosotros.Dios Hijo Redentor del Mundo                         Ten misericordia de nosotros.Dios Espíritu Santo.                                       Ten misericordia de nosotros.Trinidad Santa un solo Dios.                           Ten misericordia de nosotros.Santa María                                                  Ruega por nosotros (se dice en cada advocación)
Santa Madre de Dios,                                        
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre inviolada,
Madre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración.
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Esclava del Señor,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso honorable,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David.
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo.
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,
Reina de todos los santos,
Reina concebida sin mancha original,
Reina asunta a los cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz,
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.       Perdónanos, Señor.Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.       Escúchanos, Señor.Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.       Ten misericordia de nosotros.Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que nos hagamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión gloriosa de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
  
Salve, estrella del mar,  Madre, que diste a luz a Dios,
Quedando perpetuamente Virgen, feliz puerta del cielo,
Pues recibiste aquel Ave, de labios de Gabriel,
ciméntanos en la paz, trocando el nombre a Eva.
Suelta las prisiones a los reos, da lumbre a los ciegos,
ahuyenta nuestros males, recábanos todos los bienes,
Muestra que eres Madre, reciba por tu mediación nuestras plegarias,
el que nacido por nosotros, se dignó ser tuyo.
Virgen singular, sobre todos suave,
Haz que libres de culpas, seamos suaves y castos.
Danos una vida pura, prepara una senda segura,
Para que, viendo a Jesús, eternamente nos gocemos.
Gloria sea a Dios Padre, loor a Cristo altísimo
y al Espíritu Santo: a los tres un solo honor. Amén.

Día 13º
Leer: San Lucas, capítulo 11, versículos 1-10Letanías del Espíritu Santo
Letanías de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 14º
De la obediencia del súbdito humilde a ejemplo de Jesucristo
Hijo, el que procura sustraerse de la obediencia, él mismo se aparta de la gracia; y el que quiere tener cosas propias, pierde las comunes. El que no se sujeta de buena gana a su superior, señal es que su carne aún no le obedece perfectamente, sino que muchas veces se resiste y murmura.
Aprende, pues, a sujetarte prontamente a tu superior, si deseas tener tu carne sujeta. Porque tanto más presto se vence el enemigo exterior, cuanto no estuviere debilitado el hombre interior.
No hay enemigo peor ni más dañoso para el alma que tú mismo, si no estás bien avenido con el espíritu. Necesario es que tengas verdadero desprecio de ti mismo, si quieres vencer la carne y la sangre.
Porque aún te amas muy desordenadamente, por eso temes sujetarte del todo a la voluntad de otros. Pero ¿qué mucho es que tú, polvo y nada, te sujetes al hombre por Dios, cuando Yo, Omnipotente y Altísimo, que crié todas las cosas de la nada, me sujeté al hombre humildemente por ti?
Me hice el más humilde y abatido de todos, para que vencieses tu soberbia con mi humildad. Aprende, polvo, a obedecer; aprende, tierra y lodo, a humillarte y postrarte a los pies de todos. Aprende a quebrantar tus inclinaciones, y rendirte a toda sujeción.(Tomado del Libro: Imitación de Cristo Libro III, cap. 13)Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella

Día 15º Leer San Lucas, capítulo 13, versículos 1-5.Necesitamos a María para morir a nosotros mismos.
Para vaciarnos de nosotros mismos es menester morir a nosotros mismos todos los días; es decir, es menester renunciar a las operaciones de las facultades de nuestra alma y de los sentimientos de nuestro cuerpo; es menester ver como si no se viese, oír como si no se oyese, servirse de las cosas de este mundo como si no se sirviese uno de ellas, lo cual llama San Pablo morir todos los días: Quotidie morior (1 Cor. 15,31). Si al caer el grano de trigo en la tierra no muere, permanece solo y no produce fruto bueno (Jn. 12,24). Si no morimos a nosotros mismos y si nuestras devociones más santas no nos conducen a esta muerte necesaria y fecunda, no produciremos fruto alguno, y serán inútiles nuestras devociones; todos nuestros actos de justicia estarán mancillados por el amor propio y la propia voluntad, lo que hará que Dios tenga por abominación los mayores sacrificios y las mejores acciones que podamos ejecutar, y a nuestra muerte nos hallaremos con las manos vacías de virtudes y de méritos, y no tendremos una centella del amor puro que sólo se comunica a las almas muertas a sí mismas, cuya vida se esconde con Jesucristo en Dios.
Es menester escoger entre todas las devociones a la Santísima Virgen, la que más nos lleve a esta muerte propia, como que es la mejor y más santificante, porque ni es oro todo lo que reluce, ni miel todo lo dulce, ni lo más factible y practicado por la mayoría es lo más perfecto.
Como en el orden de la naturaleza hay operaciones que se hacen a poca costa y con facilidad, asimismo en el de la gracia hay secretos que se ejecutan en poco tiempo, con dulzura y facilidad, operaciones sobrenaturales y divinas que consisten en vaciarse de sí mismo y llenarse de Dios, y lograr así la perfección.(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. núms. 81 y 82)Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 16ºDurante la primera semana dedicarán todas sus oraciones y actos de piedad a pedir el conocimiento de sí mismos y la contrición de sus pecados, y todo lo harán con espíritu de humildad. Podrán meditar lo que he dicho sobre nuestro mal fondo y no se considerarán en los seis días de esta semana, más que como caracoles, babosas, sapos, cerdos, serpientes, animales inmundos; o bien meditarán estas tres palabras de San Bernardo: Piensa lo que fuiste, semen pútrido; lo que eres, vaso de estiércol; lo que serás, cebo de gusanos. Rogarán a Nuestro Señor y al Espíritu Santo que les ilumine por estas palabras: Señor, que yo vea; Señor, que me conozca; Ven Espíritu Santo, y recitarán todos los días el Ave, Maris Stella, y las letanías de la Santísima Virgen o del Espíritu Santo.
Recurrirán a la Santísima Virgen, pidiéndole esta gracia, que debe ser el fundamento de las otras, y para ello dirán todos los días el Ave, Maris Stella y las letanías.
(Tomado del Libro: Tratado de la Verdadera Devoción…., núm. 228)
De la consideración de sí mismoNo debemos confiar de nosotros grandes cosas, porque muchas veces nos falta la gracia y la discreción. Poca luz hay en nosotros, y presto la perdemos por nuestra negligencia. Y muchas veces no sentimos cuán ciegos estamos en el alma. Muchas veces también obramos mal, y lo excusamos peor. A veces nos mueve la pasión, y pensamos que es celo.
Reprendemos en los otros las cosas pequeñas, y tragamos las graves si son nuestras. Muy presto sentimos y agravamos lo que de otros sufrimos, mas no miramos cuánto enojamos a los otros. El que bien y rectamente examinare sus obras, no tendrá que juzgar gravemente las ajenas.(Tomado del Libro Imitación de Cristo, libro II, cap. 5)Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 17º
Del juicio y penas de los pecadores
Mira el fin en todas las cosas, y de qué suerte estarás delante de aquel juez justísimo, al cual no hay cosa encubierta, ni se amansa con dádivas, ni admite excusas, sino que juzgará justísimamente.
¡Oh ignorante, y miserable pecador! ¿Qué responderás a Dios, que sabe todas tus maldades, tú que temes a veces el rostro de un hombre airado?
¿Por qué no te previenes para el día del juicio cuando no habrá quien defienda ni ruegue por otro, sino que cada uno tendrá bastante que hacer por sí?
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, libro I, cap. 24)
Leer: San Lucas, Capítulo 16, versículos 1-8.Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
 
Día 18º Leer: San Lucas, Capítulo 17, versículos 1-10.
Todas las cosas pesadas se deben padecer por la vida eterna.
Hijo, no te quebranten los trabajos que has tomado por Mí, ni te abatan del todo las tribulaciones; mas mi promesa te esfuerce y consuele en todo lo que viniere.
Yo basto para galardonarte sobre toda manera y medida. No trabajarás aquí mucho tiempo, ni serás agravado siempre de dolores. Espera un poquito y verás cuán presto se pasan los males. Vendrá una hora cuando cesará todo trabajo e inquietud. Poco y breve es todo lo que pasa con el tiempo.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, libro III, cap. 47)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
 


Segunda Parte
Tema: CONOCIMIENTO DE SI MISMO
 Las oraciones, exámenes, reflexiones, actos de renuncia de nuestra propia voluntad, de arrepentimiento por nuestros pecados, de desprecio propio, realizado todo a los pies de María, ya que por Ella esperamos la luz para conocernos a nosotros mismos. Junto a Ella, podremos medir el abismo de nuestras miserias sin desesperar. Debemos emplear todas nuestras acciones piadosas en pedir un conocimiento propio y el arrepentimiento de nuestros pecados: y debemos hacer esto con espíritu de piedad. Durante este período, consideraremos tanto la oposición que existe entre el espíritu de Jesús y el nuestro, como el miserable y humillante estado en que nos han reducido los pecados. Además, siendo la verdadera devoción una manera fácil, corta, segura y perfecta para llegar a esa unión con Nuestro Señor, que es la perfección a la imitación de Cristo. Entraremos decididamente por este camino, firmemente convencidos de nuestra miseria e incapacidad. Pero, ¿cómo conseguir esto sin el conocimiento de sí mismo?
  
ORACIONES QUE SE REZARAN DESDE EL DÍA 13º  AL 19º,
Señor,      ten piedad (bis)Cristo,      ten piedad (bis)Señor,       ten piedad (bis)Cristo,      óyenos (bis)Cristo,      escúchanos (bis)Dios Padre Celestial,                                Ten misericordia de nosotros.Dios, Hijo, Redentor del mundo                   Ten misericordia de nosotros.Dios, Espíritu Santo,                                    Ten misericordia de nosotros.Trinidad Santa, un solo Dios,                         Ten misericordia de nosotros.Espíritu que procede del Padre y del Hijo,        Ilumínanos y santifícanos.Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación planeando sobre las aguas las fecundaste,   Ilumínanos y santifícanos.
Espíritu por inspiración del cual han hablado los profetas,    Ilumínanos y santifícanos.Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas.                              ”
Espíritu que das testimonio de Cristo.                                               ”              
Espíritu de verdad que nos instruyes
sobre todas las cosa,  Ilumínanos y santifícanos.Espíritu que sobreviene a María.                                                  ”                       
Espíritu del Señor que llena todo el orbe.                                     ”
Espíritu de Dios que habita en nosotros.                                      ”
Espíritu de sabiduría y de entendimiento.                                     ”
Espíritu de consejo y de fortaleza.                                               ”
Espíritu de ciencia y de piedad.                                                   ”
Espíritu de temor del Señor.                                                        ”
Espíritu de gracia y de misericordia.                                             ”
Espíritu de fuerza, de dilección (amor reflexivo) y de sobriedad.      ”
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz.                            ”
Espíritu de humildad y de castidad.                                              ”
Espíritu de benignidad y de mansedumbre.                                   ”
Espíritu de multiforme gracia.                                                      ”
Espíritu que escrutas los secretos de Dios.                                  ”
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables.           ”
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma.            ”
Espíritu en el cual renacemos.                                                      ”                                                                              
Espíritu por el cual se difunde la caridad en  nuestros corazones.    ”
Espíritu de adopción de los hijos de Dios.
Espíritu que en lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste.    ”
Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos.                       ”
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres.          ”
Sednos propicio,                                      perdónanos, Señor.Sednos propicio,                                      escúchanos, Señor.De todo mal,                                           líbranos, SeñorDe todo pecado,                                                  ”
De tentaciones e insidias del demonio.                  ”
De la presunción y desesperación.                        ”
De la resistencia a la verdad conocida.                  ”
De la obstinación y de la impenitencia.                 ”
De la impureza de la mente y del cuerpo.              ”
Del espíritu de fornicación.                                   ”
De todo espíritu del mal.                                      ”
Por Tu eterna procesión del Padre y del Hijo.                 Te rogamos óyenos.Por Tu descenso sobre Cristo en el Jordán                                    ”
Por Tu advenimiento sobre los discípulos.                                      ”
En el día del juicio, nosotros pecadores.                                        ”
Para que así como vivimos del Espíritu, obremos también por El.     ”
Para que reacordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos.    
Te rogamos óyenos.Para que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne.                         ”
A fin de que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne.                                         ”
Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios.                                                  ”
Para que seamos solícitos en guardar la  unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.           ”
Para que no creamos a todo espíritu.                                                                              ”
Para que probemos a los espíritus si son de Dios.                                                           ”
Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud.                                          ”
Para que nos confirmes por tu Espíritu Soberano.                                                            ”

Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo,   perdónanos,  Señor. 
Cordero de Dios, que quitas el pecado del Mundo,  escúchanos, Señor Cordero de Dios, que quitas el pecado del 
Mundo,  ten piedad de nosotros.
Asístanos, te pedimos Señor, la virtud del Espíritu Santo, que purifique  clemente nuestros corazones y nos preserve de todo mal. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
 
Señor,       ten piedad.             Señor,        ten piedad.Cristo,      ten piedad.              Cristo,        ten piedad.Señor,       ten piedad.             Señor,        ten piedad.Cristo,      óyenos.                   Cristo,         óyenos.Cristo,      escúchanos.           Cristo,      escúchanos.Dios Padre Celestial.                                      Ten misericordia de nosotros.Dios Hijo Redentor del Mundo                         Ten misericordia de nosotros.Dios Espíritu Santo.                                       Ten misericordia de nosotros.Trinidad Santa un solo Dios.                           Ten misericordia de nosotros.Santa María                                                  Ruega por nosotros (se dice en cada advocación)
Santa Madre de Dios,                                        
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre inviolada,
Madre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración.
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Esclava del Señor,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso honorable,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David.
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la alianza,
Puerta del cielo.
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los ángeles,
Reina de los patriarcas,
Reina de los profetas,
Reina de los apóstoles,
Reina de los mártires,
Reina de los confesores,
Reina de las vírgenes,
Reina de todos los santos,
Reina concebida sin mancha original,
Reina asunta a los cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz,
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.       Perdónanos, Señor.Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.       Escúchanos, Señor.Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.       Ten misericordia de nosotros.Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que nos hagamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión gloriosa de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
  
Salve, estrella del mar,  Madre, que diste a luz a Dios,
Quedando perpetuamente Virgen, feliz puerta del cielo,
Pues recibiste aquel Ave, de labios de Gabriel,
ciméntanos en la paz, trocando el nombre a Eva.
Suelta las prisiones a los reos, da lumbre a los ciegos,
ahuyenta nuestros males, recábanos todos los bienes,
Muestra que eres Madre, reciba por tu mediación nuestras plegarias,
el que nacido por nosotros, se dignó ser tuyo.
Virgen singular, sobre todos suave,
Haz que libres de culpas, seamos suaves y castos.
Danos una vida pura, prepara una senda segura,
Para que, viendo a Jesús, eternamente nos gocemos.
Gloria sea a Dios Padre, loor a Cristo altísimo
y al Espíritu Santo: a los tres un solo honor. Amén.

Día 13º
Leer: San Lucas, capítulo 11, versículos 1-10
Letanías del Espíritu Santo
Letanías de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 14º
De la obediencia del súbdito humilde a ejemplo de Jesucristo
Hijo, el que procura sustraerse de la obediencia, él mismo se aparta de la gracia; y el que quiere tener cosas propias, pierde las comunes. El que no se sujeta de buena gana a su superior, señal es que su carne aún no le obedece perfectamente, sino que muchas veces se resiste y murmura.
Aprende, pues, a sujetarte prontamente a tu superior, si deseas tener tu carne sujeta. Porque tanto más presto se vence el enemigo exterior, cuanto no estuviere debilitado el hombre interior.
No hay enemigo peor ni más dañoso para el alma que tú mismo, si no estás bien avenido con el espíritu. Necesario es que tengas verdadero desprecio de ti mismo, si quieres vencer la carne y la sangre.
Porque aún te amas muy desordenadamente, por eso temes sujetarte del todo a la voluntad de otros. Pero ¿qué mucho es que tú, polvo y nada, te sujetes al hombre por Dios, cuando Yo, Omnipotente y Altísimo, que crié todas las cosas de la nada, me sujeté al hombre humildemente por ti?
Me hice el más humilde y abatido de todos, para que vencieses tu soberbia con mi humildad. Aprende, polvo, a obedecer; aprende, tierra y lodo, a humillarte y postrarte a los pies de todos. Aprende a quebrantar tus inclinaciones, y rendirte a toda sujeción.

(Tomado del Libro: Imitación de Cristo Libro III, cap. 13)Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella

Día 15º Leer San Lucas, capítulo 13, versículos 1-5.Necesitamos a María para morir a nosotros mismos.
Para vaciarnos de nosotros mismos es menester morir a nosotros mismos todos los días; es decir, es menester renunciar a las operaciones de las facultades de nuestra alma y de los sentimientos de nuestro cuerpo; es menester ver como si no se viese, oír como si no se oyese, servirse de las cosas de este mundo como si no se sirviese uno de ellas, lo cual llama San Pablo morir todos los días: Quotidie morior (1 Cor. 15,31). Si al caer el grano de trigo en la tierra no muere, permanece solo y no produce fruto bueno (Jn. 12,24). Si no morimos a nosotros mismos y si nuestras devociones más santas no nos conducen a esta muerte necesaria y fecunda, no produciremos fruto alguno, y serán inútiles nuestras devociones; todos nuestros actos de justicia estarán mancillados por el amor propio y la propia voluntad, lo que hará que Dios tenga por abominación los mayores sacrificios y las mejores acciones que podamos ejecutar, y a nuestra muerte nos hallaremos con las manos vacías de virtudes y de méritos, y no tendremos una centella del amor puro que sólo se comunica a las almas muertas a sí mismas, cuya vida se esconde con Jesucristo en Dios.
Es menester escoger entre todas las devociones a la Santísima Virgen, la que más nos lleve a esta muerte propia, como que es la mejor y más santificante, porque ni es oro todo lo que reluce, ni miel todo lo dulce, ni lo más factible y practicado por la mayoría es lo más perfecto.
Como en el orden de la naturaleza hay operaciones que se hacen a poca costa y con facilidad, asimismo en el de la gracia hay secretos que se ejecutan en poco tiempo, con dulzura y facilidad, operaciones sobrenaturales y divinas que consisten en vaciarse de sí mismo y llenarse de Dios, y lograr así la perfección.

(Tomado del Libro Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen por San Luis María Grignion de Montfort. núms. 81 y 82)Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 16ºDurante la primera semana dedicarán todas sus oraciones y actos de piedad a pedir el conocimiento de sí mismos y la contrición de sus pecados, y todo lo harán con espíritu de humildad. Podrán meditar lo que he dicho sobre nuestro mal fondo y no se considerarán en los seis días de esta semana, más que como caracoles, babosas, sapos, cerdos, serpientes, animales inmundos; o bien meditarán estas tres palabras de San Bernardo: Piensa lo que fuiste, semen pútrido; lo que eres, vaso de estiércol; lo que serás, cebo de gusanos. Rogarán a Nuestro Señor y al Espíritu Santo que les ilumine por estas palabras: Señor, que yo vea; Señor, que me conozca; Ven Espíritu Santo, y recitarán todos los días el Ave, Maris Stella, y las letanías de la Santísima Virgen o del Espíritu Santo.
Recurrirán a la Santísima Virgen, pidiéndole esta gracia, que debe ser el fundamento de las otras, y para ello dirán todos los días el Ave, Maris Stella y las letanías.
(Tomado del Libro: Tratado de la Verdadera Devoción…., núm. 228)
De la consideración de sí mismoNo debemos confiar de nosotros grandes cosas, porque muchas veces nos falta la gracia y la discreción. Poca luz hay en nosotros, y presto la perdemos por nuestra negligencia. Y muchas veces no sentimos cuán ciegos estamos en el alma. Muchas veces también obramos mal, y lo excusamos peor. A veces nos mueve la pasión, y pensamos que es celo.
Reprendemos en los otros las cosas pequeñas, y tragamos las graves si son nuestras. Muy presto sentimos y agravamos lo que de otros sufrimos, mas no miramos cuánto enojamos a los otros. El que bien y rectamente examinare sus obras, no tendrá que juzgar gravemente las ajenas.
(Tomado del Libro Imitación de Cristo, libro II, cap. 5)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
Día 17º
Del juicio y penas de los pecadores
Mira el fin en todas las cosas, y de qué suerte estarás delante de aquel juez justísimo, al cual no hay cosa encubierta, ni se amansa con dádivas, ni admite excusas, sino que juzgará justísimamente.
¡Oh ignorante, y miserable pecador! ¿Qué responderás a Dios, que sabe todas tus maldades, tú que temes a veces el rostro de un hombre airado?
¿Por qué no te previenes para el día del juicio cuando no habrá quien defienda ni ruegue por otro, sino que cada uno tendrá bastante que hacer por sí?
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, libro I, cap. 24)
Leer: San Lucas, Capítulo 16, versículos 1-8.Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
 
Día 18º Leer: San Lucas, Capítulo 17, versículos 1-10.
Todas las cosas pesadas se deben padecer por la vida eterna.
Hijo, no te quebranten los trabajos que has tomado por Mí, ni te abatan del todo las tribulaciones; mas mi promesa te esfuerce y consuele en todo lo que viniere.
Yo basto para galardonarte sobre toda manera y medida. No trabajarás aquí mucho tiempo, ni serás agravado siempre de dolores. Espera un poquito y verás cuán presto se pasan los males. Vendrá una hora cuando cesará todo trabajo e inquietud. Poco y breve es todo lo que pasa con el tiempo.
(Tomado del Libro: Imitación de Cristo, libro III, cap. 47)
Letanía del Espíritu Santo
Letanía de Nuestra Señora
Ave, Maris Stella
 

EL CRISTIANISMO DE TODAS LAS EPOCAS.....

LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO

TEXTOS DE LOS PRIMEROS SIGLOS DE LA IGLESIA SOBRE LA UNIDAD DE LA IGLESIA

Los primeros cristianos están dispuestos a dar su vida por la unidad de la Iglesia. Se esfuerzan por mantener unido el rebaño de Cristo, que empieza  a verse atacado y zarandeado por herejías, infidelidad, etc.
La Iglesia, como Cuerpo místico de Cristo, va creciendo y desarrollándose a pesar de las dificultades externas -de persecución, odio, etc.- y de las internas que irá encontrando paulatinamente. Las heridas más dolorosas son las producidas por sus propios hijos. Pero siempre cuenta y contará con la asistencia del Espíritu Santo.
Nos hablan:
SAN CLEMENTE ROMANO  (SIGLO I) 
LA DIDACHÉ   (SIGLO I)
SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA (SIGLO I-II)
SAN IRENEO DE LYÓN   (SIGLO III)
Son un magnífico testimonio de unidad las palabras de San Ireneo de Lyon con las que explica –en el siglo II- cómo “las Iglesias de Germania creen y transmiten lo mismo que las otras de los Iberos o de los celtas, de Oriente, Egipto o Libia o del centro del mundo. Al igual que el sol, criatura de Dios, es uno y el mismo en todo el mundo, así también la predicación de la verdad resplandece por doquier e ilumina a todos aquellos que quieren llegar al conocimiento de la verdad”. (Tratado contra los herejes, 1,10,1-3)




La oración por los difuntos no se ha interrumpido nunca

LA ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS


Desde los comienzos del cristianismo y aún antes -en la tradición judía- la oración por los difuntos ha sido una costumbre que no se ha interrumpido nunca.   

Antiguo Testamento

La tradición de los judíos está clara y precisamente establecida en II Macabeos. Judas, comandante de las fuerzas de Israel “reuniéndolos…envió doce mil dracmas de plata a Jerusalén para ofrecer en sacrificio por los pecados de los muertos, pensando bien y religiosamente en relación a la resurrección (porque si él no esperara que aquellos que fueron esclavos pudieran levantarse nuevamente, habría parecido superfluo y vano orar por los muertos). Y, porque consideró que aquellos que se han dormido en Dios tienen gran gracia en ellos. Es, por lo tanto, un pensamiento sagrado y saludable orar por los muertos, que ellos pueden ser librados de los pecados” (2 Mac. 12,43-46). En los tiempos de los Macabeos los líderes del pueblo de Dios no tenían dudas en afirmar la eficiencia de las oraciones ofrecidas por los muertos para que aquellos que habían partido de ésta vida encuentren el perdón por sus pecados y esperanza de resurrección eterna.

Nuevo Testamento
Hay varios pasajes en el Nuevo Testamento que apuntan a un proceso de purificación después de la muerte. Es por esto que Jesucristo declara (Mt. 12,32) “Y quien hable una palabra contra el Hijo del Hombre, será perdonado: pero aquel que hable una palabra contra el Espíritu Santo, no será perdonado ni en este mundo ni en el que vendrá”. De acuerdo con San Isidoro de Sevilla (Deord. creatur., c. XIV, n. 6) estas palabras prueban que en la próxima vida “algunos pecados serán perdonados y purgados por cierto fuego purificador“. San Agustín también argumenta, “que a algunos pecadores no se les perdonarán sus faltas ya sea en este mundo o en el próximo no se podría decir con verdad a no ser que hubieran otros (pecadores) a quienes, aunque no se les perdone en esta vida, son perdonados en el mundo por venir.” (De Civ. Dei, XXI, XXIV). San Gregorio el Grande (Dial., IV, XXXIX) hace la misma interpretación; San Beda (comentario sobre este texto) y San Bernardo (Sermo LXVI en Cantic., n.11) también lo entienden así.
Un nuevo argumento es dado por San Pablo en 1 Cor. 3,11-15: “Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. [14] Si lo que has construido resiste al fuego, serás premiado. [15] Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. Se salvará, pero no sin pasar por el fuego.” Este pasaje es visto por muchos de los Padres y teólogos como evidencia de la existencia de un estado intermedio en el cual el alma purificada será salvada.

Tradición
El testimonio de la Tradición. es universal y constante. Llega hasta nosotros por un triple camino:
1) la costumbre de orar por los difuntos privadamente y en los actos litúrgicos;
2) las alusiones explícitas en los escritos patrísticos a la existencia y naturaleza de las penas del purgatorio;
3) los testimonios arqueológicos, como epitafios e inscripciones funerarias en los que se muestra la fe en una purificación ultraterrena.
Esta doctrina de que muchos que han muerto aún están en un lugar de purificación y que las oraciones valen para ayudar a los muertos es parte de la tradición cristiana más antigua. Tertuliano (155-225) en “De corona militis” menciona las oraciones para los muertos como una orden apostólica y en “De Monogamia” (cap. X, P. L., II, col. 912) aconseja a una viuda “orar por el alma de su esposo, rogando por el descanso y participación en la primera resurrección”; además, le ordena “hacer sacrificios por él en el aniversario de su defunción,” y la acusó de infidelidad si ella se negaba a socorrer su alma.  Del siglo II  se conservan ya testimonios explícitos de las oraciones por los difuntos. Del siglo III hay testimonios que muestran que es común la costumbre de rezar en la Misa por ellos.
San Cirilo de Jerusalén (313-387) explica que el sacrificio de la Misa es propiciatorio y que «ofrecemos a Cristo inmolado por nuestros pecados deseando hacer propicia la clemencia divina a favor de los vivos y los difuntos» (Catequesis Mistagógicas 5,9: PG 33,1116-1117).
San Epifanio estima herética la afirmación de Aerio según el cual era inútil la oración por los difuntos (Panarión, 75,8: PG 42,513).
Refiriéndose a la liturgia, comenta San Juan Crisóstomo (344-407): «Pensamos en procurarles algún alivio del modo que podamos… ¿Cómo? Haciendo oración por ellos y pidiendo a otros que también oren... Porque no sin razón fueron establecidas por los apóstoles mismos estas leyes; digo el que en medio de los venerados misterios se haga memoria de los que murieron… Bien sabían ellos que de esto sacan los difuntos gran provecho y utilidad…» (In Epist. ad Philippenses Hom., 3,4: PG 62,203).
Y San Agustín (354-430): «Durante el tiempo que media entre la muerte del hombre y la resurrección final, las almas quedan retenidas en lugares recónditos, según es digna cada una de reposo o de castigo, conforme a lo que hubiere merecido cuando vivía en la carne. Y no se puede negar que las almas de los difuntos reciben alivio por la piedad de sus parientes vivos, cuando por ellas se ofrece el sacrificio del Mediador o cuando se hacen limosnas en la Iglesia» (Enquiridión, 109-110: PL 40,283).
Escribe San Efrén (306-373) en su testamento: “En el trigésimo de mi muerte acordáos de mí, hermanos, en las oraciones. Los muertos reciben ayuda por las oraciones hechas por los vivos” (Testamentum).
Entre los testimonios arqueológicos, se encuentra el conocido epitafio de Abercio. En este epitafio leemos: “Estas cosas dicté directamente yo, Abercio, cuando tenía claramente sesenta y dos años de edad. Viendo y comprendiendo, reza por Abercio”. Abercio era un cristiano, probablemente obispo de Ierápoli, en Asia menor, que antes de morir compuso de propia mano su epitafio, es decir la inscripción para su tumba. Se puede fácilmente comprender cómo la Iglesia primitiva, la Iglesia de los primeros siglos, creía en el Purgatorio y en la necesidad de rezar por las almas de los difuntos. 
«Ofrecer el sacrificio por el descanso de los difuntos -escribía San Isidoro de Sevilla (560-636)- … es una costumbre observada en el mundo entero. Por esto creemos que se trata de una costumbre enseñada por los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia católica la observa en todas partes; y si ella no creyera que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos, no haría limosnas por sus almas, ni ofrecería por ellas el sacrificio a Dios» (De ecclesiasticis officiis, 1,18,11: PL 83,757).
FUENTES:

L. F. MATEO SECO
BIBL.: S. TOMÁS DE AQUINO, Suma teológica, Suppl. q71 ; (textos tomados de In IV Sent., d21, ql, al-8); íD, Summa contra Gentes, IV,91; iD, Contra errores graecorum, 32; fa, De rationibus lidei, c9; íD, Compendium theologiae, cl81; R. BELARMINO, De Ecclesia quae est in purgatorio, en Opera Omnia, II, Nápoles 1877, 351414; F. SUÁREZ, De poenitentia, disp. 45-48, 53; A. MICHEL, Purgatoire, en DTC 13,1163-1326; íD, Los misterios del más allá, San Sebastián 1954; H. LECLERCQ, Purgatoire, en DACL, XIV (II), 1978-1981 ; CH. JOURNET, Le purgatoire, Lieja 1932; M. JUGIE, Le purgatoire et les rnoyens de 1′éviter, París 1940; A. Royo MARíN, Teología de la salvación, Madrid 1956, 399-473; A. PIOLANTI, De Noaissimis el sanctorum communione, Roma 1960, 74-96; M. SCHMAUS, Teología Dogmática, t. VII: Los novísimos, Madrid 1964, 490-508; C. Pozo, Teología del más allá, Madrid 1968, 240-255.

miércoles, 4 de julio de 2012

PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR



Las Doce Promesas del Sagrado Corazón
En mayo de 1673, el Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita María para aquellas almas devotas a su Corazón las siguientes promesas:

*
Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida. * Les daré paz a sus familias.
* Las consolaré en todas sus penas.
* Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.
* Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
* Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.
* Las almas tibias se volverán fervorosas.
* Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
* Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.
* Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.
* Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.
* Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.
                                         

Consagración al Divino Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María

Consagración al Divino Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María


Oh, Corazón Divino de Jesús y Corazón Inmaculado de María, yo me entrego a Vos y os entrego todo mi corazón.

Quiero conservar mi fe y cumplir los mandatos y las Leyes de la Iglesia.

Quiero ser firme en esta consagración.

martes, 3 de julio de 2012



CONSAGRACIÓN A LA LLAMA DEL SANTO AMOR

Inmaculado Corazón de María, 
humildemente,
 pido que lleves mi corazón a la Llama del Santo Amor, 
que es refugio espiritual de toda la humanidad. 
No te fijes en mis faltas y fracasos, 
sino permite que estas iniquidades
 sean quemadas por esa Llama purificadora.

A través del Santo Amor,

 ayúdame a ser santificado en el momento presente, 
y haciendo así, te dé a tí, querida Madre, 
todo pensamiento, palabra, y acción. 
Tómame y úsame de acuerdo a Tu más grande arbitrio. 
Permíteme ser Tu instrumento en el mundo, 
todo por la más grande gloria de Dios 
hacia vuestro reinado victorioso. 
Amén.

El Corazón Sagrado de Jesús, te amo.   
Yo te doy con amor, todas mis cruces pasadas’ 

¡¡¡POR LA FE¡¡¡ NOS CONSAGRAMOS AL CORAZON DE JESUS Y MARIA

CONSAGRACIÓN DE " LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA
DE LA DIÓCESIS DE ______________________"
A LOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA


Madre Adela Galindo, Fundadora SCTJM

"Es muy apropiado en estos tiempos, buscar una mayor profundización y conciencia de la íntima relación que existe entre los Dos Corazones y el valor que tiene para nuestros días una auténtica devoción y consagración a los Corazones de Jesús y de María".
 (SS Juan Pablo II, 23 de Noviembre de 1987)

Oh Sagrado Corazón de Jesús,

De tu Corazón traspasado, Oh Jesús, fluye , con fuerza y poder, el don del Espíritu Santo para todos los hombres. Es de tu Corazón que la humanidad recibe el Espíritu Santo. Es por esto, que la Renovación Carismática de _______ desea consagrarse y entregarse completamente a tu Corazón, reconociendo que solo en la contemplación de tu Sagrado Corazón en la Eucaristía; en la apertura a todos los designios de tu Corazón y a la disposición de imitar todas tus virtudes, podrá verdaderamente ser fiel a la gracia especialísima de renovación espiritual que el Espíritu Santo ha querido ejercer, a través de este movimiento, en este momento histórico de la Iglesia.

La Renovación Carismática de__________, abre de par en par las puertas a tu Corazón Redentor, y pide que cada uno de sus miembros, de sus líderes, de sus grupos de oración y de sus apostolados y ministerios, experimente en plenitud, la fuerza poderosa del Espíritu Santo, que viene a transformar, purificar, limpiar y arrancar las piedras de nuestros corazones, para darnos un corazón semejante al tuyo.

¡Qué el agua viva que brota de tu Corazón, renueve, alimente, purifique y revitalice a la Renovación Carismática de _________, para que cumpla con amor, dedicación, santidad y responsabilidad, la ardua misión que has puesto en sus manos. Qué la Renovación Carismática, sea instrumento poderoso de tu Corazón, para promover y establecer, con el poder del Espíritu Santo, la civilización del amor: el Reinado de tu Corazón!
Oh Corazón Inmaculado de María
La Renovación Carismática de________, desea hoy, consagrarse, Oh Virgen Santísima, a tu Corazón Inmaculado. Desea vivir dentro del Cenáculo espiritual de tu Corazón para que dentro de el, y acompaZados siempre por tu intercesión y mediación maternal, viva un constante Pentecostés.
En virtud de esta consagración, Oh Inmaculado Corazón, la Renovación Carismática te pide, que nos guardes y protejas de todo peligro espiritual y físico. Cuídanos, Oh Madre, de todo error, confusión, infidelidad o indiferencia. Qué nuestros corazones ardan con el fuego del Espíritu como arde tu Corazón. Qué unidos a ti, que eres la portadora por excelencia de Cristo para el mundo, la Renovación Carismática, ungida con el mismo poder del Espíritu que te cubrió con su sombra en la Anunciación, sea instrumento especialísimo para dar a un mundo tan árido y frío, la alegría, el amor y la paz del Salvador.
¡Oh Corazones de Jesús y de María! Esperanza porque en su perfecta comunión de amor por Dios y los hombres, se han entregado a la obra de la salvación del mundo. A través de esta consagración deseamos participar, desde nuestra pequeñez, en los designios de misericordia que los Dos Corazones están manifestando en la humanidad. Deseamos ofrecer nuestras vidas en amor y reparación a sus Corazones. Deseamos con todo nuestro ser promover y establecer en todos los corazones, el Reinado de amor de los Corazones de Jesús y María. ¡Amén!

Consagración hecha por___________________________Fecha____________