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miércoles, 5 de septiembre de 2012

DISCIPULO DE JESUS

¿Es Usted Discípulo de Jesús?

"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."

INTRODUCCIÓN

1. La declaración de arriba fue hecha por Jesús a Sus apóstoles poco antes de ascender a los cielos – Mt 28:18-20

2. Comúnmente llamada "La Gran Comisión", observe los principales pensamientos de los mandamientos de Jesús...
   a. "Id, y haced discípulos a todas las naciones..."
   b. "Hacer discípulos", entonces, es la META de la evangelización del mundo por Cristo

3. ¿Es Usted un discípulo de Jesús?
   a. Además de que es probable de que Usted crea en Jesús...
   b. Aún podría Usted ser alguien que asiste regularmente a los servicios de la iglesia
-- ¿pero significa esto que es Su discípulo?

4. El propósito de este estudio es aclarar lo que involucra el ser un discípulo de Jesucristo

[Para empezar, definamos la palabra "discípulo"...]

I. LA DEFINICIÓN DE DISCÍPULO

   A. LA PALABRA "DISCÍPULO"...
      1. La palabra "discípulo" significa literalmente UN APRENDIZ
      2.        De acuerdo al Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, denota a
         "alguien que sigue las enseñanzas de otro"
      3.        Pero un discípulo no era solo un aprendiz, era también UN PARTIDARIO
      4.        Por esta razón los discípulos hablaron de ser IMITADORES de sus maestros.

   B. LA META DE SER UN DISCÍPULO...
      1.        Declarado por el mismo Jesús: ser como el maestro – Luc 6:40
      2.        Ser un discípulo de Cristo, entonces, ¡es esforzarse en ser como Él!
      3.        De acuerdo al apóstol Pablo, esto coincide con el propósito de Dios en la redención de la humanidad, que ellos sean conforme a la imagen de Su Hijo – Rom 8:29

[¿Tiene Usted un fuerte deseo de seguir a Jesús y llegar a ser como Él? A menos que lo haga, ¡no se puede decir que Usted es verdaderamente Su discípulo!

También hay algunas "señales de identificación" del discípulado dadas por Jesús que pueden ayudarnos a identificar más adelante a los verdaderos discípulos de Jesús...]

II. LAS MARCAS DE UN DISCÍPULO

    A. UN DISCÍPULO ES "ALGUIEN QUE HA CREÍDO EN LAS PALABRAS DE JESÚS" – Jn 8:31
            1. Esto podría implicar ser un estudiante diligente de las enseñanzas de Jesucristo
            2. Esto requiere de alguien que sea un "hacedor" de la Palabra – Mt 7:21-27; Stg                  1:21-25
            3. En visto de esto, un verdadero discípulo no debería...
                 a. Faltar en el estudio diligente de la Biblia
                 b. Abstenerse voluntariamente de las oportunidades para estudiar con otros (por                     ejemplo, de las clases bíblicas, de los servicios de la iglesia, de las                             reuniones evangélicas).

    B. UN DISCÍPULO ES TAMBIÉN "ALGUIEN QUE AMA A LOS HERMANOS" – Jn 13:34-35
            1. Con un amor con el modelo del amor de Jesús ("como Yo os he amado")
            2. Con un amor que es visible al mundo ("En esto conocerán")
            3. Entonces, un verdadero discípulo debería...
                 a. Hacer todo el esfuerzo por llegar a conocer a sus hermanos
               b. Aprovecharse de las ocasiones para animarse y crecer más cerca de ellos (por                     ejemplo, asistiendo a los servicios de los domingos y de entre semana)
            4. Recuerde, un discípulo es alguien que desea llegar a ser como su maestro
                 a. ¿Estaba Jesús dispuesto a sacrificar tiempo y esfuerzo por Sus hermanos?
                 b. De hecho, también nosotros... ¡SI somos verdaderamente Sus discípulos!

    C. UN DISCÍPULO ES "ALGUIEN QUE LLEVA MUCHO FRUTO" – Jn 15:8
            1. Observe la palabra "mucho" (encontrada también en el versículo 5)
                 a. Jesús no está hablando sobre una buena acción ocasional
                 b. ¡Sino de un estilo de vida que impulsa a muchas personas a glorificar a Dios!                     – Mt 5:16
            2. Esto es tan importante, que al fallar en llevar mucho fruto resultará en ser separado de Cristo – Jn 15:1-2
            3. ¿Cómo puede alguien ser un discípulo si él o ella es separado de Cristo?

[Este punto debe estar claro: Ser un discípulo de Jesucristo significa más que ser un miembro ocasional de la iglesia. Requiere COMPROMISO, especialmente con respecto a:

                  Las enseñanzas de Cristo
                  El amor a los hermanos
                  Llevar frutos para la gloria de Dios

El tipo de compromiso involucrado es visto más adelante cuando consideremos el "alto costo" del discípulado demandado por Jesús en Luc 14:25-33...]

III. EL COSTO DE SER UN DISCÍPULO

     A. JESÚS DEBE ESTAR EN PRIMER LUGAR – Luc 14:26
             1. Aun antes que nadie, incluyendo a los miembros de nuestra propia familia – Mt 10:34-37
             2. Aun antes que uno mismo – Luc 9:23-25

     B. DEBE ESTAR DISPUESTO A SUFRIR POR CRISTO – Luc 14:27
             1. Al intentar vivir piadosamente en un mundo impío, podríamos encontrar que el servir a Cristo algunas veces involucra el ridículo y la persecución – 2 Tim 3:12
             2. Aun si somos bendecidos en escapar de tales cosas, aun deberemos estar dispuestos a gastar tiempo y esfuerzo en promover la causa de Cristo de una forma positiva

    C. PONIENDO ESTO EN FORMA SIMPLE, DEBEMOS DEJAR TODO PARA SEGUIR A CRISTO – Luc 14:33
            1. En otras palabras, Jesús debe ser el REY y SEÑOR de nuestras vidas
            2. Nada debe estar antes de Él y de Su voluntad hacia nosotros

[Este tipo de "alto costo" del discípulado demandado por Jesús fue la causa de que mucha gente dejará de seguirlo. Pero Jesús no estaba intentando atraer grandes multitudes, ¡Él deseaba discípulos!

¿Vale la pena el costo? Creo que si, al considerar algunas de las RECOMPENSAS de los discípulos...]

IV. LAS RECOMPENSAS DE SER UN DISCÍPULO

    A. EXISTE LA PROMESA DE "BENDICIONES FUTURAS"...
            1. Podremos ser salvos de la ira de Dios la cual está por venir sobre el mundo por sus pecados – Rom 5:9
            2. Podemos observar hacia adelante con el gozo anticipado de la eternidad con Dios, libre de tristeza, dolor y muerte – Apoc 21:1-8

    B. EXISTEN TAMBIÉN "BENDICIONES PRESENTES"...
            1. Jesús ofrece una PAZ que el mundo no puede dar para calmar a los corazones atribulados – Jn 14:27
            2. Sus palabras inspiran GOZO para elevar nuestros espíritus por encima de cualquier depresión – Jn 15:11
            3. Ofrece también a aquellos que lo siguen la PERMANENCIA DEL AMOR DE DIOS – Jn 15:9; 1 Jn 4:18
            4. Y hace posible que seamos miembros de LA FAMILIA DE DIOS, lo cual es posible si estamos dispuestos a reemplazar a nuestra familia física – Mr 10:28-30

[Hay otras muchas bendiciones que podríamos mencionar que son disfrutadas por los discípulos de Jesús; pero estas son suficientes para demostrar que aunque el discípulado es costoso, ¡las recompensas exceden el costo!

Ahora que entendemos la naturaleza del discípulado, su costo y sus recompensas, espero que deseemos ser verdaderos discípulos de Jesucristo. ¿Pero cómo puede empezar alguien?

Para la respuesta volvamos a nuestro texto inicial – Mt 28:19-20...]

V. EL INICIO DE UN DISCÍPULO

   A. DE ACUERDO A JESÚS, INVOLUCRA EL BAUTISMO – Mt 28:19
           1. ¿Por qué el bautismo?
                a. Recuerde el propósito del discípulado: ser como Jesús
                b. Él era santo y sin pecado, y deseamos ser como Él
                c. Afortunadamente, el bautismo se describe como un acto de fe que nos pone en                    contacto con la sangre purificadora de Jesucristo y de esta forma podemos ser perdonados – Hech 2:38; 22:16; Rom 6:3-4
                d. También es el medio por el cual alguien está "en Cristo" – Gál 3:27
-- ¡ASÍ EL BAUTISMO PUESTO COMO EL INICIO LÓGICO PARA EL VERDADERO DISCIPULADO!

           2. Pero, ¿qué es el bautismo?
                a. Es un acto de sumisión que debe ser precedido por la fe en Jesús y el arrepentimiento de nuestros pecados – Hech 2:36-38; 8:36-37
                   1) Esto excluye el bautismo católico
                   2) Porque los infantes son incapaces de creer y de arrepentirse
                b. Es también un acto de sumisión que involucra una sepultura en el agua, en la                    cual uno se levanta para caminar en una nueva vida por medio del poder de Dios – Hech 8:38; Rom 6:3-4; Col 2:12
                   1) Esto excluye el rociamiento o aspersión como un modo de bautismo
                   2) Porque ninguno de estos involucra una "sepultura" ni una inmersión (lo cual es el significado de la palabra griega "bautismo")
                c. Cuando se hace de acuerdo a la Palabra de Dios, el bautismo viene entonces como un acto de fe de nuestra parte, ¡lo cual resulta en una obra maravillosa de Dios en nuestras vidas!
                   1) Nuestros pecados son lavados por la sangre de Jesús – Hech 22:16; Ef 5:25-27
                   2) Somos "regenerados" y "renovados" por el Espíritu de Dios, ¡y así podemos vivir para Dios! – Tito 3:5-6
                   3) Es realmente un "nuevo nacimiento" que involucra tanto al agua como al Espíritu – Jn 3:5

   B. PERO EL BAUTISMO ES SOLO EL INICIO, DEBERÁ SEGUIRLE LA ENSEÑANZA Y LA OBEDIENCIA – Mt            28:20
           1. Esto nos trae de regreso a la definición del discípulado
           2. Porque Jesús establece claramente:
                a. Estamos para ser ENSEÑADOS (esto es, ser APRENDICES)
                b. Estamos para observar (esto es, para ser PARTIDARIOS o HACEDORES)
           3. En esta forma nos embarcamos en una vida dedicada a aprender y hacer todo lo que Jesús nos ha mandado hacer

CONCLUSIÓN

1. Solo aquellos bautizados conforme a las Escrituras y que demuestren las "marcas" del discipulado, a pesar de los "costos", ¡pueden ser llamados verdaderamente discípulos de Jesús!

2. Solo ellos pueden en forma realista mirar hacia delante para las "recompensas" del discipulado, y tomar la consolación en la promesa de Jesús:

"Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" – Mt 28:20

Si Usted es un discípulo de Jesucristo, entonces las perspectivas de "Un Camino Más Cercano a Dios" y un servicio más fructífero como discípulo deberán ser su interés más grande. Tengo la esperanza que las siguientes lecciones lo ayudarán a llenar este interés.

viernes, 3 de agosto de 2012

A LOS NECESITADOS DE LUZ Y CONSOLACIÓN


Qué saludable es sentirnos vulnerables y que no nos dé vergüenza reconocerlo. Y luego, tener la humildad y el valor de pedirle a Dios consolación y fortaleza.
Autor: P Evaristo Sada LC | Fuente: www.la-oracion.com
Me ha llamado la atención la cantidad de personas que busca en internet "frases de consolación". De las personas que llegan a este blog a través de búsquedas en Google, que es el 40% de las visitas diarias, la búsqueda de mayor impacto es "frases de consolación". Está claro, en la vida hay sufrimiento y agradecemos aquello que contribuya a disminuir la intensidad de una pena.

Es saludable reconocernos vulnerables

Todos o casi todos conocemos el sufrimiento físico y moral, el peso profundo del propio pecado, la oscuridad del misterio de Dios, la incógnita del futuro, lo difícil que es encajar el sufrimiento en la familia, la soledad, la enfermedad, la traición, las humillaciones, la incomprensión de los seres queridos, etc. Así es la condición humana. Así es la vida... Por eso buscamos consolación. Esta vida es maravillosa pero tiene luces y sombras.

Qué saludable es sentirnos vulnerables y que no nos dé vergüenza reconocerlo. Y luego, tener la humildad y el valor de pedirle a Dios consolación y fortaleza.

El consolador tiene un nombre

Jesucristo, al volver al Padre, no quiso dejarnos solos; vio que necesitaríamos compañía y consuelo para nuestra peregrinación camino al cielo. ¿Qué fue lo último que hizo en su vida terrena? Expiró. Exhaló el Espíritu", refiere san Mateo. (Mt 27, 50) Nos dejó su Espíritu.

"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce" (Jn 14,16) "Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré" (Jn 16,7).

Lo más común en la oración es dirigirse a Dios Padre y a Dios Hijo. Al Espíritu Santo se le llama "el Gran Desconocido". Pero Jesucristo le llamó: "Paráclito", que significa "Consolador". Esa consolación que tanto buscamos tiene un nombre: Espíritu Santo. La consolación, más que un estado anímico, es el fruto de una presencia, la presencia de una Persona: la tercera persona de la Trinidad.

Cuando el Espíritu Santo se derrama sobre nosotros y nosotros lo acogemos como el "dulce huésped del alma" y somos fieles a sus inspiraciones, Él va produciendo sus frutos. Su presencia se demuestra con frutos. El don de Consolación abarca toda la realidad que Pablo enumera cuando habla de los frutos del Espíritu: caridad, gozo, paz, paciencia, afabilidad, bondad, longanimidad, fidelidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia, castidad. (cf Gál 5, 22-23) Por eso, si buscamos consolación, debemos acudir a la fuente y origen de todo consuelo.

El inicio de la meditación diaria

La meditación diaria se inicia con la invocación al Espíritu Santo, para pedir luz y consuelo. Les comparto las dos invocaciones al Espíritu Santo que yo utilizo al comenzar mi meditación. Con mi comunidad canto el Veni Creator.
Cuando estoy solo me gusta cantar interiormente el himno Veni Sancte Spiritus, que es un himno de consolación.

Si te sucede que al leer este himno del Espíritu Santo dices: "ya lo conozco" o "ya lo leí", y vas adelante con otra cosa, te sugiero hacer un alto y reflexionar. El hombre de oración o que quiere progresar en la oración, gusta y saborea estas cosas. Cada vez que entra en contacto con ellas se detiene y las disfruta. Si tu oración suele ser cerebral, tal vez pases adelante. Si tu oración es más contemplativa, podrás disfrutarlo más, saboreándolo interiormente. No se trata de saber o de conocer, sino de gustar interiormente las cosas del espíritu. ¡Que lo disfrutes

Ven, Espíritu Santo,
y envía desde el cielo
un rayo de tu luz.

Ven, Padre de los pobres;
ven, dador de las gracias;
ven, lumbre de los corazones.

Consolador óptimo,
dulce Huésped del alma,
dulce refrigerio.

Descanso en el trabajo,
en el ardor tranquilidad,
consuelo en el llanto.

O Luz santísima,
llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles.

Sin tu ayuda,
nada hay en el hombre,
nada que sea inocente.

Lava lo que está manchado,
riega lo que es árido,
cura lo que está enfermo.

Doblega lo que es rígido,
calienta lo que es frío,
dirige lo que está extraviado.

Concede a tus fieles
que en ti confían,
tus siete sagrados dones.

Dales el mérito de la virtud,
dales el puerto de la salvación
dales el eterno gozo.

miércoles, 1 de agosto de 2012

JESÚS MIO....DIOS MIO


¿Es Jesús Dios?

¿Alguna vez has conocido a alguien con tal magnetismo personal que ellos son siempre el centro de atención? Quizás sea su personalidad o su inteligencia –pero algo acerca de ellos es enigmático. Bueno, esa es la manera en que fue hace dos mil años con Jesu Cristo. Pero, mientras muchos personajes grandes sencillamente se pierden en los libros históricos, Jesús de Nazaret sigue siendo el enfoque de múltiples libros y controversias en los medios de comunicación.

Pero lo que hace a Jesús relevante aún hoy en el siglo 21 es la convicción de sus seguidores de que resucitó de la muerte y las afirmaciones sorprendentes que él hizo acerca de si mismo. Como un impredecible carpintero de un pequeño pueblo en Galilea de Israel, Jesús hizo afirmaciones que, si son ciertas, tienen implicaciones profundas en nuestras vidas. Según Jesús, usted y yo somos especiales, parte de un gran plan cósmico.
Principalmente fueron las escandalosas afirmaciones de Jesús que le causaron ser visto como una persona excéntrica tanto por las autoridades romanas como por la jerarquía judía. Si bien él era un forastero sin credenciales o base de poder político, dentro de tres años, Jesús cambió el mundo para los siguientes 20 siglos. Otros líderes morales y religiosos han dejado un impacto – pero nada como ese desconocido carpintero de Nazaret.
¿Qué era lo que en Jesucristo hizo la diferencia? ¿Era él meramente un gran hombre, o algo más?
Estas preguntas llegan al corazón de quien fue Jesús realmente. Algunos creen que él era meramente un gran maestro moral; otros creen que él era simplemente el líder de la más grande religión del mundo. Pero muchos creen algo más grande. Los cristianos creen que Dios de hecho nos ha visitado en forma humana. Y ellos creen en la evidencia que lo respalda. Entonces, ¿quién es el verdadero Jesús? Echemos un vistazo más de cerca.
Así como nosotros tomamos un vistazo más profundo a la persona más controversial del mundo, empezamos preguntándonos: ¿Jesús podría haber sido meramente un gran maestro moral?

¿Milagros? ¿Dónde que no los veo? El día en que reconozcas a Dios en todas las pequeñas cosas que te ocurren en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas más milagros. Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net La vida es un milagro, tú eres un milagro; sin embargo, no contentos y convencidos de ello, estamos pidiendo más y más. Realmente no hay peor ciego que el que no quiera ver, abre los ojos de tu corazón y deja de pedirle a Dios más pruebas. El estupor y la admiración deben de acompañarnos paso a paso, solo así verás la mano de Dios que no deja de soplar sobre ti, en ese soplo de amor está el milagro que es tu vida. Tres personas iban caminando por la vereda de un bosque: un sabio con fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar y, un poco atrás de ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante que era alumno del sabio. Terrateniente: -"Me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa, inclusive, que puedes hacer milagros". Sabio: -"La verdad, soy una persona vieja y cansada, ¿cómo crees que yo podría hacer milagros?" Terrateniente: -"Pero me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos, esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso". Sabio: -"¿Te referías a eso?, tú lo has dicho, esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso, no un viejo como yo; esos milagros los hace Dios, yo solo pido que se conceda un favor para el enfermo o para el ciego, y todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo". Terrateniente: -"Yo quiero tener la misma fe para poder realizar los mismos milagros que tú haces, muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios". Sabio: -"A ver, esta mañana, ¿volvió a salir el sol?" Terrateniente: -"¡Sí, claro que sí..!" Sabio: -"Pues ahí tienes un milagro, el milagro de la luz". Terrateniente: -"¡No!, eso no, lo que yo quiero ver es un verdadero milagro, oculta el sol, saca agua de una piedra, es más, mira, ahí hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus heridas". Sabio: -"¿Quieres un verdadero milagro?,¿no es verdad que tu esposa acaba de dar a luz hace algunos días?" Terrateniente: -"¡Sí!, fue varón y es mi primogénito". Sabio: -"Pues ahí tienes un segundo milagro, el milagro de la vida". Terrateniente: -"Sabio, tú no me entiendes, quiero ver un verdadero milagro". Sabio: -"¿Acaso no estamos en época de cosecha, no hay trigo y sorgo donde solo hace unos meses nada más había tierra?" Terrateniente: -"Sí, igual que todos los años". Sabio: -"Pues ahí tienes un tercer milagro". Terrateniente: -"Creo que no me he explicado lo que quiero" Sabio: -"Te has explicado bien, solo que yo ya hice lo que podía hacer por ti; si lo que encontraste no es lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho todo lo que podía hacer". Y dicho esto, el poderoso terrateniente se retiró muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba, y entonces el sabio y el alumno se quedaron parados en la vereda. Cuando el poderoso terrateniente iba ya tan lejos como para no ver lo que hacían el sabio y el alumno, el sabio se dirigió hacia la orilla de la vereda, tomó el conejo herido, sopló sobre él y entonces sus heridas quedaron curadas. El joven estaba algo desconcertado. Joven: - "Maestro, te he visto hacer milagros como este casi todos los días, ¿por qué te negaste a mostrarle uno al terrateniente?, ¿por qué lo haces ahora que él no puede verlo?". Sabio: -"Lo que él buscaba no era un milagro, sino un espectáculo, mostré 3 verdaderos milagros y no pudo verlos. Para ser rey, primero hay que ser príncipe; para ser maestro, primero hay que ser alumno; así que no puedes pedir grandes milagros si no has aprendido a ver y, sobre todo, a valorar los pequeños milagros que se te muestran día a día. El día en que reconozcas a Dios en todas las pequeñas cosas que te ocurren en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas más milagros que los que Él te da todos los días, sin que tú se los hayas pedido". Cuando estés o te sientas en problemas, pídele a Dios la cordura para pensar claramente; la paciencia necesaria para mantenerte tranquilo y actuar bien; la fortaleza necesaria para afrontar los retos; y la fe suficiente para seguirlo amando sin importar lo que pase. Pídele esos milagros. • Preguntas o comentarios al autor P. Dennis Doren LC


¿Milagros? ¿Dónde que no los veo?
El día en que reconozcas a Dios en todas las pequeñas cosas que te ocurren en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas más milagros.
Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net

La vida es un milagro, tú eres un milagro; sin embargo, no contentos y convencidos de ello, estamos pidiendo más y más. Realmente no hay peor ciego que el que no quiera ver, abre los ojos de tu corazón y deja de pedirle a Dios más pruebas. El estupor y la admiración deben de acompañarnos paso a paso, solo así verás la mano de Dios que no deja de soplar sobre ti, en ese soplo de amor está el milagro que es tu vida.

Tres personas iban caminando por la vereda de un bosque: un sabio con fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar y, un poco atrás de ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante que era alumno del sabio.

Terrateniente: -"Me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa, inclusive, que puedes hacer milagros".

Sabio: -"La verdad, soy una persona vieja y cansada, ¿cómo crees que yo podría hacer milagros?"

Terrateniente: -"Pero me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos, esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso".

Sabio: -"¿Te referías a eso?, tú lo has dicho, esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso, no un viejo como yo; esos milagros los hace Dios, yo solo pido que se conceda un favor para el enfermo o para el ciego, y todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo".

Terrateniente: -"Yo quiero tener la misma fe para poder realizar los mismos milagros que tú haces, muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios".

Sabio: -"A ver, esta mañana, ¿volvió a salir el sol?"

Terrateniente: -"¡Sí, claro que sí..!"

Sabio: -"Pues ahí tienes un milagro, el milagro de la luz".

Terrateniente: -"¡No!, eso no, lo que yo quiero ver es un verdadero milagro, oculta el sol, saca agua de una piedra, es más, mira, ahí hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus heridas".

Sabio: -"¿Quieres un verdadero milagro?,¿no es verdad que tu esposa acaba de dar a luz hace algunos días?"

Terrateniente: -"¡Sí!, fue varón y es mi primogénito".

Sabio: -"Pues ahí tienes un segundo milagro, el milagro de la vida".

Terrateniente: -"Sabio, tú no me entiendes, quiero ver un verdadero milagro".

Sabio: -"¿Acaso no estamos en época de cosecha, no hay trigo y sorgo donde solo hace unos meses nada más había tierra?"

Terrateniente: -"Sí, igual que todos los años".

Sabio: -"Pues ahí tienes un tercer milagro".

Terrateniente: -"Creo que no me he explicado lo que quiero"

Sabio: -"Te has explicado bien, solo que yo ya hice lo que podía hacer por ti; si lo que encontraste no es lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho todo lo que podía hacer".

Y dicho esto, el poderoso terrateniente se retiró muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba, y entonces el sabio y el alumno se quedaron parados en la vereda. Cuando el poderoso terrateniente iba ya tan lejos como para no ver lo que hacían el sabio y el alumno, el sabio se dirigió hacia la orilla de la vereda, tomó el conejo herido, sopló sobre él y entonces sus heridas quedaron curadas.

El joven estaba algo desconcertado.

Joven: - "Maestro, te he visto hacer milagros como este casi todos los días, ¿por qué te negaste a mostrarle uno al terrateniente?, ¿por qué lo haces ahora que él no puede verlo?".

Sabio: -"Lo que él buscaba no era un milagro, sino un espectáculo, mostré 3 verdaderos milagros y no pudo verlos. Para ser rey, primero hay que ser príncipe; para ser maestro, primero hay que ser alumno; así que no puedes pedir grandes milagros si no has aprendido a ver y, sobre todo, a valorar los pequeños milagros que se te muestran día a día. El día en que reconozcas a Dios en todas las pequeñas cosas que te ocurren en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas más milagros que los que Él te da todos los días, sin que tú se los hayas pedido".

Cuando estés o te sientas en problemas, pídele a Dios la cordura para pensar claramente; la paciencia necesaria para mantenerte tranquilo y actuar bien; la fortaleza necesaria para afrontar los retos; y la fe suficiente para seguirlo amando sin importar lo que pase. Pídele esos milagros.

  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Dennis Doren LC

    No hay casa ni puerta que a veces no quede abierta


    Me llamo Edgar y siempre me he considerado un hombre afortunado. De mi matrimonio he tenido la fortuna de tener tres hijos que son la alegría y el regocijo de la casa. El más grande, Germán, de 17 años es todo un hombre a pesar de su corta edad. Responsable a carta cabal, alegre, dinámico, líder en sus grupos, y para completar el verso, bien parecido, muy masculino. Las chamaquitas no cesaban de llamar por teléfono. Pero un día, salió de campamento con sus compañeros de grupo y allá se sintió enfermo. Sus compañeros creyeron que era algo pasajero, dada su fuerte condición física y su juventud, pero bruscamente comenzó con un fuerte dolor de cabeza, rigidez de la nuca, pronto le llegó la fiebre y nauseas, y vómito que no le paraba. Me lo trajeron prácticamente inconciente. Así ingresó al hospital. No reaccionaba. Nosotros estábamos inconsolables, no podíamos soportar que el mejor de nuestros hijos de pronto se viera apartado de nuestro lado. Y mi rabia llegó al culmen cuando el doctor pretendió que firmara por la donación de órganos de mi hijo en caso de que falleciera. Me pareció monstruoso lo que el doctor me proponía, y lleno de coraje me dirigí a la iglesia más cercana, porque yo quería gritarle a Dios su ingratitud y decirle que si no le dolía ver a esta familia destrozada.

    Cuando llegué, proclamaban algo que aún en ese momento me pareció absurdo. Hablaban de Abraham, que en su ancianidad y teniendo a su único hijo como sostén, Dios se lo pedía en sacrificio. Eso era insoportable. ¿Qué Dios no fue nunca papá? ¿Qué no sabrá lo que significa ver a un hijo a punto de morir? En eso estaba cuando oí también del viaje de Cristo a una montaña donde quería mostrar a sus apóstoles cómo se las gastaba, transfigurándose delante de sus discípulos, de una manera desacostumbrada en él. Parece que en ese momento aparecieron dos personajes misteriosos muertos siglos antes, y hablaban con Jesús precisamente de su pasión, de su cruz y de su muerte. ¡Bonita conversación! pensé yo. ¿Qué no habría otra cosa más interesante de la que pudieran platicar? Y más asombro me causó escuchar que en ese momento una nube envolvió a Cristo y a sus misteriosos personajes, escuchándose una voz desde lo alto: “Este es mi Hijo amado, Escúchenlo” y todavía alcancé a escuchar que Cristo le pidió a sus apóstoles que no contaran su visión hasta que él resucitara de entre los muertos.

    Esto motivó en mí una profunda reflexión. Yo iba con la idea de mentarle la madre a Dios si hubiera necesidad, pero entendí en ese momento que también Jesús había padecido, y medité entonces que el Buen Padre Dios estaría apenado y acongojado cuando le mataron a su Hijo. Y él sólo tenía uno. Comprendí el dolor que lo embargaría, pero comprendí el sacrificio de Cristo por todos los hombres. Comprendí entonces que el Buen Padre Dios sí entendía mi dolor. Regresé al hospital y casi con amor firmé el documento con el que accedía a donar los órganos de mi hijo, pues entendí que era una donación que beneficiaría a varias gentes y que de alguna manera prolongaría la vida de mi hijo.

    Cuando parecía que todo estaba perdido, mis otros dos hijos pidieron permiso para cantarle al oído, acompañados de la guitarra de Germán, un canto que a mi hijo le gustaba cantar en todas las ocasiones en que estábamos juntos: “Nadie te ama como yo”. Todos llorábamos de emoción y aquél canto se convirtió en una oración. Para sorpresa de todos, con el canto, Germán comenzó a dar señales de vida, y cuando el canto terminaba, Germán abrió los ojos por primera vez, con lágrimas que se sentía que venían de muy adentro, lágrimas de agradecimiento por el don de la vida. Él se recuperó casi en su totalidad, y ahora participa además en las actividades de nuestra parroquia. Así es de bueno el Señor con nosotros.

    Tu amigo el Padre Alberto Ramírez Mozqueda

    jueves, 26 de julio de 2012

    SOBRE LA SAGRADA FAMILIA

    Fiesta de la Sagrada Familia

    28 de Diciembre


    Fiesta de la Sagrada Familia
    En medio de una fuerte crisis en torno a la integridad de la familia, Dios Amor nos brinda nuevamente el modelo pleno de amor familiar al presentarnos a Jesús, María y José. La Sagrada Familia nos habla de todo aquello que cada familia anhela auténtica y profundamente, puesto que desde la intensa comunión hay una total entrega amorosa por parte de cada miembro de la familia santa elevando cada acto generoso hacia Dios, como el aroma del incienso, para darle gloria. Por ello, a la luz de la Sagrada Escritura, veamos algunos rasgos importantes de San José, Santa María y el Niño Jesús. San José Es el jefe de la familia y actúa siempre como Dios le manda, muchas veces sin comprender el por qué de lo que Dios le pide, pero teniendo fe y confianza en Él. "Al despertarse, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa". (Mt 1, 24-25) Cuando se entera que María estaba embarazada piensa en abandonarla porque la quería mucho y no deseaba denunciarla públicamente (como era la costumbre de la época), pero el Ángel de Dios se le apareció en sueños y le dijo que lo que había sido engendrado en el vientre de María era obra del Espíritu Santo y que no temiera en recibirla. "Ella dió a luz un hijo,y él le puso el nombre de Jesús" (Mt 1, 25) Cuando nace el niño, él le pone el nombre de Jesús, como el Ángel le había dicho. Luego, cuando Herodes tenía intenciones de matar al Niño Jesús y ante otro aviso del Ángel del Señor, José toma a su familia y marcha hacia Egipto. Por último, con la muerte de Herodes y ante un nuevo aviso del Ángel de Dios, lleva a su familia a instalarse en Nazaret. San José, Casto Esposo de Santa María, acoge a Jesús en su corazón paternal, educándolo, cuidándolo, amándolo como si fuere hijo suyo. El Niño Jesús aprende de su "santo padre adoptivo" muchas cosas, entre estas, el oficio de carpintero. La Santísima Virgen María Desde el momento de la Anunciación, María es el modelo de entrega a Dios. "He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu Palabra" (Lc 1, 38) En la Anunciación, María responde con un Sí rotundo desde una libertad poseída, poniéndose en las manos de Dios. En Santa María vemos una continua vivencia de la dinámica de la alegría-dolor: criando, educando, siguiendo de cerca a su Hijo Jesús mostrándole en todo momento un auténtico amor maternal. "Su madre conservaba estas cosas en su corazón" (Lc 2, 52) Ella fue vislumbrando lentamente el misterio trascendente de la vida de Jesús, manteniéndose fielmente unida a Él. El niño Jesús Desde chico, Jesús demuestra que es el Hijo de Dios y que cumple fielmente lo que su Padre le manda. "Vivía sujeto a ellos" (Lc 2, 51) Como niño, Él obedecía a su madre y a su padre adoptivo, y permanecía siempre junto a ellos. María y José fueron sus primeros educadores. "El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la Gracia de Dios estaba con Él" (Lc 2, 40) Jesús aprende el oficio de carpintero de su padre adoptivo José. "¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?" (Lc 2, 49) Cuando Jesús se queda en el Templo, a los doce años, se puede pensar que desobedece a sus padres y que eso está mal. No es así, Jesús demuestra en este hecho su plena independencia con respecto a todo vínculo humano cuando está de por medio el Plan de su Padre y la Misión que Él le ha encomendado. Oración por la Familia Dios, de quien proviene toda paternidad en el cielo y en la tierra: Padre, que eres amor y vida, haz que cada familia humana que habita en nuestro suelo, sea, por medio de tu Hijo Jesucristo,"nacido de mujer" y mediante el Espíritu Santo, fuente de Caridad Divina, un verdadero santuario de vida y amor para las nuevas generaciones. Haz que tu gracia guíe los pensamientos y las obras de los cónyuges, para bien propio y de todas las familias del mundo. Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte sostén humano, para que crezcan en la verdad y el amor. Haz que el amor, reforzado por la gracia del Sacramento del Matrimonio, se manifieste más fuerte que cualquier debilidad o crisis que puedan padecer nuestras familias. Te pedimos por intermedio de la Familia de Nazaret, que la Iglesia pueda cumplir una misión fecunda en nuestra familia, en medio de todas las naciones de la tierra. Por Cristo, nuestro Señor, Camino, Verdad y Vida, por los siglos de los siglos. Amén. S.S. Juan Pablo II La Sagrada familia, modelo de fe y de fidelidad Queridos hermanos y hermanas: En este primer domingo después de la Navidad, la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia. Como en el belén, la mirada de fe nos permite abrazar al mismo tiempo al Niño divino y a las personas que están con él: su Madre santísima, y José, su padre putativo. ¡Qué luz irradia este icono de grupo de la santa Navidad! Luz de misericordia y salvación para el mundo entero, luz de verdad para todo hombre para la familia humana y para cada familia. ¡Cuán hermoso es para los esposos reflejarse en la Virgen María y en su esposo José! ¡Cómo consuela a los padres especialmente si tienen un hijo pequeño! ¡Cómo ilumina a los novios que piensan en sus proyectos de vida! El hecho de reunirnos ante la cueva de Belén para contemplar en ella a la Sagrada Familia, nos permite gustar de modo especial el don de la intimidad familiar y nos impulsa a brindar calor humano y solidaridad concreta en las situaciones por desgracia numerosas en las que por varios motivos falta la paz, falta la armonía, en una palabra, falta la "familia". El mensaje que viene de la Sagrada Familia es ante todo un mensaje de fe: la casa de Nazaret es una casa en la que Dios ocupa verdaderamente un lugar central. Para María y José esta opción de fe se concreta en el servicio al Hijo de Dios que se le confió, pero se expresa también en su amor recíproco, rico en ternura espiritual y fidelidad. María y José enseñan con su vida que el matrimonio es una alianza entre el hombre y la mujer, alianza que los compromete a la fidelidad recíproca, y que se apoya en la confianza común en Dios. Se trata de una alianza tan noble, profunda y definitiva, que constituye para los creyentes el sacramento del amor de Cristo y de la Iglesia. La fidelidad de los cónyuges es, a su vez, como una roca sólida en la que se apoya la confianza de los hijos. Cuando padres e hijos respiran juntos esa atmósfera de fe, tienen una energía que les permite afrontar incluso pruebas difíciles, como muestra la experiencia de la Sagrada Familia. Es necesario alimentar esa atmósfera de fe. En esta perspectiva se va preparando el segundo Encuentro mundial con las familias, que tendrá lugar en Río de Janeiro los días 4 y 5 de octubre de 1997. Se tratará de una gran fiesta de las familias de América Latina y de todo el mundo que renovará el mensaje del primer Encuentro, celebrado aquí, en Roma, con ocasión del Año internacional de la familia. Encomiendo a María, "Reina de la familia", a todas las familias del mundo especialmente a las que atraviesan grandes dificultades, e invoco sobre ellas su protección materna. La Sagrada familia, modelo de fe y de fidelidad Meditación dominical de S.S. Juan Pablo II diciembre de 1997

    miércoles, 25 de julio de 2012

    ASUNCION DE NUESTRA MADRE AL CIELO

    Asunción de María

    De Wikipedia, la enciclopedia libre
     
    La Asunción del la Virgen María a los Cielos
    Imagen Asunción de María
    Asunción de la Virgen, Tiziano, Santa Maria gloriosa dei Frari (Venecia)
    Venerada enIglesia católica, ortodoxa y anglicana
    Temploantigua Abadía de la Dormición de la Virgen María
    Festividad15 de agosto
    Patrona deAsunción, Paraguay
    Juigalpa, Nicaragua
    Elche, Alicante
    Pego, Alicante
    Chacas, Perú
    Peñafiel, Valladolid
    Pinos del Valle (Provincia de Granada)
    Letur
    La Nueva Guatemala de la Asunción Capital de Guatemala
    Estepa, Sevilla
    Pinto, Madrid
    Albaricoques, Níjar, Almería
    Las Negras, Níjar, Almería
    Asunción de María o Asunción de la Virgen es la creencia, de acuerdo a la tradición y teología de la Iglesia ortodoxa y de la Iglesia católica, de que el cuerpo y alma de la Virgen María fueron llevados al cielo después de terminar sus días en la tierra. A veces se describe erróneamente como Ascensión.
    Este traslado es llamado Assumptio Beatæ Mariæ Virginis (Asunción de la Bienaventurada Virgen María) por los católicos romanos, cuya doctrina fue definida como dogma (verdad de la que no puede dudarse) por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950. La Iglesia Católica celebra esta fiesta en honor de la Virgen María en Oriente desde el siglo VI y en Roma desde el siglo VII.
     La festividad se celebra el 15 de agosto.

    Contenido

     ] 

    Historia

    Sobre la muerte de María no hay datos concluyentes sean bíblicos o históricos ni del lugar (algunos señalan Éfeso o Jerusalén) ni del modo.

    Primeras referencias litúrgicas

    La primera referencia oficial a la Asunción se halla en la liturgia oriental; en el siglo IV se celebraba la fiesta de "El Recuerdo de María" que conmemoraba la entrada al cielo de la Virgen María y donde se hacía referencia a su asunción. Esta fiesta en el siglo VI fue llamada la Dormitio (χοίμŋσις) o Dormición de María, donde se celebraba la muerte, resurrección y asunción de María. El emperador bizantino Mauricio decretó que la fiesta se celebrara el 15 de agosto en todo el imperio.

    Relatos apócrifos

    Los relatos apócrifos sobre la asunción de María aparecen aproximadamente desde el siglo IV y V. Siendo el más difundido y posiblemente uno de los más antiguos en el oriente bizantino el "Libro de San Juan Evangelista (el Teólogo)". Este y otros escritos apócrifos tuvieron gran influencia en diversas homilías y escritos de los oradores orientales, como por ejemplo Juan de Tesalónica, Juan de Damasco, San Andrés de Creta, San Germán de Constantinopla, entre otros. Si bien no tenían ni tienen carácter histórico, la Iglesia Católica vio en estos escritos el fondo teológico que existía y del cual los relatos eran expresiones adornadas.
    Misterio de Elche
    En la Basílica Menor de Santa María de Elche se celebra todos los años durante las fiestas en honor a la Asunción de la Virgen María una representación lírico-teatral en la que se reflejan diversas tradiciones procedentes de los relatos apócrifos. El Misteri d'Elx, gozó de tal reconocimiento que ya en 1632 Urbano VIII a través de una Bula le exime de la prohibición de representar obras teatrales en el interior de las iglesias que había acordado el Concilio de Trento.

    La Asunción en Occidente

    Debido a factores políticos y lingüísticos, ya que las relaciones con oriente eran tensas y el griego no se dominaba todavía, la doctrina de la Asunción de María no fue desarrollada sino hasta el siglo XII donde aparece el tratado Ad Interrogata, atribuido a San Agustín, el cual aceptaba la asunción corporal de María. Santo Tomás de Aquino y otros grandes teólogos se declararon en su favor.
    Pío V en el siglo XVI al momento de reformar el Breviario quitó las citas del "Seudo-Jerónimo" y las sustituyó por otras que defendían la asunción corporal.
    Benedicto XIV señaló la doctrina de la asunción como pía y probable pero sin señalarla aún como dogma.
    La influencia del libro llamado el Seudo-Jerónimo el cual ponía en duda si María fue asunta al cielo con o sin su cuerpo (aunque manteniendo la creencia en su incorrupción) hizo surgir la duda de si la asunción corporal estaba incluida en la celebración de la fiesta. A esto se sumó otro libro que gozó de fama entre los conventos y cabildos llamado el "Martirlogio" del monje Usuardo (el cual murió hacia el año 875) el cual alababa la reserva de la Iglesia de aquella época que preferiría no saber "el lugar donde por mandato divino se oculta este dignísimo templo del Espíritu Santo y nuestro señor el dios ".

    El dogma

    Retablo Mayor de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Zacatecas.
    En 1849 llegaron las primeras peticiones al Vaticano de parte de los obispos para que la Asunción se declarara como doctrina de fe, estas peticiones aumentaron conforme pasaron los años. Cuando el Papa Pío XII consultó al episcopado en 1946 por medio de la carta Deiparae Virginis Mariae, la afirmación de que fuera declarada dogma fue casi unánime.
    Así el 1 de noviembre de 1950 se publicó la bula Munificentissimus Deus en la cual el Papa, basado en la Tradición de la Iglesia Católica, tomando en cuenta los testimonios de la liturgia, la creencia de los fieles guiados por sus pastores, los testimonios de los Padres y Doctores de la Iglesia y por el consenso de los obispos del mundo como "Magisterio Viviente", declaraba como dogma de fe católica la doctrina de la Asunción de la Virgen María:
    Por eso, después que una y otra vez hemos elevado a Dios nuestras preces suplicantes e invocado la luz del Espíritu de Verdad, para gloria de Dios omnipotente que otorgó su particular benevolencia a la Virgen María, para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para aumento de la gloria de la misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial.

    Dogma antibíblico

    Al comentar sobre la proclamación que hizo el papa Pío XII en 1950, mediante la cual se hizo de este dogma un artículo oficial de la fe católica, la New Catholic Encyclopedia (1967, tomo I, pág. 972) declara: “No hay ninguna referencia explícita a la Asunción en la Biblia; sin embargo, en el decreto de promulgación el papa insiste en que las Escrituras son el fundamento esencial de esta verdad”.
    La Biblia misma dice: “La carne y la sangre no pueden heredar el Reino de los cielos; ni la corrupción hereda la incorrupción”. (1 Cor. 15:50, BJ). Jesús dijo que “Dios es espíritu”. Cuando Jesús resucitó, según quienes no creen en la resurreción corporal de Cristo, "volvió a ser espíritu", ahora un “espíritu que da vida”. Los ángeles son espíritus (Juan 4:24; 1 Cor. 15:45; Heb. 1:13, 14, BJ). No hay base bíblica para decir que alguien habría de alcanzar vida celestial en un cuerpo que requiere el ambiente físico de la Tierra para sustentarse.

    O dogma más allá de la interpretación
    Lucas 24 (Con Cristo ya Resucitado): 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38 Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? 39 Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo.» 40 Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. 41 Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?» 42 Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. 43 Lo tomó y comió delante de ellos.
    Fuente: Biblia
    Tomando en cuenta la interpretación de la Iglesia Católica, la carne mientras este incorruptible, puede entrar al "Cielo" (Apocalipsis 21:27) a la presencia de Dios (entrando aparte el dogma de la Inmaculada Concepción).
    La Iglesia Católica da la interpretación de comparar a la Virgen María como la Nueva Arca de la Alianza, pues según la Iglesia, la antigua Arca de la Alianza contenía la Palabra de Dios inscripta en la piedra por las propias manos de Dios. El Arca no era la Palabra en sí misma pero por eso no era menos importante. María contuvo a la "Palabra hecha carne" dentro de ella en el mismo modo en que el Arca de la Alianza llevaba los 10 mandamientos a través de los cuales la Palabra de Dios se manifestaba en el mundo real (Jn.1,1). El Arca reaparece en Apocalipsis 11,19. Es presentada como María, la Madre de Jesús.
    Entrando más profundamente con esta comparación sucede que la antigua Arca de la Alianza desapareció por primera vez en I Sam.4,11 cuando los filisteos tomaron Israel pero fue devuelta a los israelitas porque se tornó en maldición para aquellos que no creían en un único y verdadero Dios (1 Sam 6,4). Esto nos habla de que el Arca tenía una propensión a ser devuelta después de ser capturada, presentándose de esta forma el dogma de la Asunción al presentar a María como la Nueva Arca de la Alianza y al "Cielo" como el Templo de Dios (nuevamente en el libro del Apocalipsis). La antigua Arca volvió a desaparecer durante la opresión babilónica alrededor del año 600 A.C. y nunca más ha vuelto a ser vista, hasta hoy día.
    La Iglesia Católica no solo exalta a María, como ser humano que "subió" al "Cielo", se encuentran también los casos bíblicos de Enoc (Génesis 5, 24) y de Elías (2da de Reyes 2, 11-12).
    Por su fe también Enoc fue trasladado al cielo en vez de morir, y los hombres no volvieron a verlo, porque Dios se lo había llevado. Antes de que fuera arrebatado al cielo, se nos dice que había agradado a Dios; pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan.
    Fuente: Biblia. Hebreos 11, 5-6

    Fiestas

    Imagen de la Asunción en el Escudo oficial de la Iglesia Arciprestal de la Asunción de Nuestra Señora (Pego).
    • A partir de mediados del siglo XX comenzó la fiesta de "La gritería chiquita" en la ciudad de León, en Nicaragua, la noche del 14 de agosto de cada año, víspera de su festividad. Todo el pueblo sale a las calles de la ciudad visitando los altares preparados en las salas y porches de las casas y al grito "¿Quién causa tanta alegría? ¡La Asunción de María!" se reparten dulces típicos. El 15 de agosto es día de asueto en las ciudades de León, Granada, Juigalpa y Ocotal.

     La patrona de Asunción, Paraguay

    Es patrona de Asunción, capital del Paraguay.[4] [5] Fue la primera patrona del país, que nació bajo su amparo.
    La fiesta se inició con la fundación de la Casa Fuerte con el nombre de la Asunción de Nuestra Señora, origen de la ciudad de Asunción, el 15 de agosto de 1537. En este fortín fue entronizada la imagen de la Inmaculada Concepción o la Conquistadora, que luego fue renombrada como Asunción de Nuestra Señora.[6]
    En Asunción se realiza el novenario a partir del 6 de agosto. Los festejos centrales son el 15 de agosto, día en que se lleva la imagen que se encuentra en el oratorio del Panteón de los héroes hasta la catedral, donde se celebran varias misas.
    Los paraguayos recuerdan esta festividad visitando y/o participando de una misa en cualquier iglesia cercana bajo esta advocación, o aquella que les sea más significativa por motivos sentimentales, afectivos o históricos.

     Patrona de Juigalpa Nicaragua

    Cada año el 15 de Agosto los juigalpinos celebran sus fiestas patronales, dedicadas a la Virgen de la Asunción, que se calcula que desde hace 400 años ya era patrona de la ciudad, según algunos historiadores aseguran que en Juigalpa se celebra a la Virgen, porque la encontraron flotando dentro de una cajita de fósforos en el Lago de Nicaragua, aunque existen otras versiones.
    Los juigalpinos también celebran con amor y devoción sus fiestas patronales con un sinnúmero de actividades religiosas y pachangueras, principalmente con las tradicionales corridas de toros, juegos pirotécnicos, palo lucio, desfile hípico, diana, presentaciones culturales, alboradas y el infaltable tope de toros, entre otros.
    Además de las actividades religiosas, también los juigalpinos celebran sus fiestas patronales con corridas de toros, pues desde el 12 al 16 de agosto que concluyen las fiestas, juegan alrededor de 50 toros por día.

     Patrona de la Capital de Guatemala

    La capital del Reino de Guatemala, al ser trasladada al valle conocido como de la Ermita o de las Vacas, se dedicó a la Virgen de la Asunción por lo que el nombre oficial de la capital de Guatemala lleva por nombre Nueva Guatemala de la Asunción. Para esta fecha, desde tiempos de la Colonia se llevan a cabo celebraciones en el área ahora conocida como Hipódromo del Norte; las festividades van desde la tradicional feria, que comienza el 1 de agosto hasta la procesión en la cual se pasea la imagen de la Virgen por sectores de las zonas 2 y 1 de la actual ciudad capital.

     Patrona de Chacas, Perú

    Virgen de la Asunción acompañada por los danzantes de Huanquilla.
    En el pueblo de Chacas, de la Provincia de Asunción la virgen es llamada Mama Ashu. Cuentan que el primer pueblo de Chacas estaba ubicado en el lugar llamado Mushoj Marca (pueblo pequeño), un lugar más o menos a 2 kilómetros de distancia del pueblo actual, fundada por los españoles. La virgen sabía que más adelante iba a tener una fiesta grande y solemne, y que la gente estaría en peligro debido a la cercanía de Mushoj Marca a los torrentes del río Chucpin, serían fácilmente consumidos por los efectos de la bebida y desaparecerían de un momento a otro entre los torrentes. Al pasar los años la población seguía aumentando y con ella los peligros de vivir a orillas de un río, así que la virgen decidió buscar un mejor lugar para acoger a sus fieles. Una viejecita llamada Ashu, quien vivía en una meseta a un kilómetro de distancia de Mushoj Marca se dió con la sorpresa en una mañana extrañamente tibia que entre los kenuales, ichu y kisuares, se aseaba una hermosa dama casi resplandeciente de piel nívea y manos finas, con un niño en su regazo, a orillas de un pequeño lago, la hermosa dama le dijo que quería que le construyeran su templo en aquel lugar, cada madrugada la virgen partía hacia el pequeño lago, tras pasar por los sembradíos de trigo y papa, tomaba un pequeño descanso en la subida de Chucpin, en el sitio llamado Mamita Hamanan(¨donde la virgen se sentó¨), al atardecer de cada día la virgen era encontrada en el lago por los pobladores de Mushoj Marca, luego de enterarse por medio de la pastorcita Ashu que la virgen deseaba un templo en aquel lugar, desaguaron el pequeño lago y sobre su lecho, sentaron las bases para el templo, nombrando al final, Mama Ashu a la virgen en honor quizás a la pastorcita Ashu.

    viernes, 13 de julio de 2012

    Devoción al Sagrado Corazón de Jesús

    De Enciclopedia Católica

     

    Explicaciones doctrinales

    La devoción al Sagrado Corazón no es sino una forma especial de devoción a Jesús. Al esclarecer su objeto, sus fundamentos y sus actos propios conoceremos qué es exactamente y qué hace distinta a esta devoción.

    El objeto especial de la devoción al Sagrado Corazón



    Corazón de Jesús niño
    La naturaleza de esta cuestión es ya de por sí compleja y las dificultades que nacen a causa de la terminología la hacen aún más compleja. Sin profundizar en términos que son extremadamente técnicos, estudiaremos las ideas en sí mismas y, con el fin de saber pronto dónde estamos, nos detendremos en el significado y en el uso que se da a la palabra corazón en el lenguaje normal. (a) La palabra corazón despierta en nosotros, antes que nada, la idea del órgano vital que palpita en nuestro pecho y del que sabemos, aunque quizás vagamente, que está íntimamente conectado no sólo con nuestra vida física, sino también con nuestra vida moral y emocional. Tal relación explica, también, que el corazón de carne sea universalmente aceptado como emblema de nuestra vida moral y emocional, y que por asociación, la palabra corazón ocupe el sitio que tiene en el lenguaje simbólico y que esa palabra se aplique igualmente a las cosas mismas que son simbolizadas por el corazón. (Cfr. Jer. 31,33; Dt. 6,5; 29,3; Is. 29,13; Ez. 36,26; Mt. 6,21; 15,19; Lc. 8,15; Rm. 5,5; Catecismo de la Iglesia Católica, nos. 368, 2517, N.T.). Pensemos, por ejemplo, en expresiones como "abrir nuestro corazón", "entregar el corazón", etc. Llega a pasar que el símbolo es despojado de su significado material y en vez del signo se percibe sólo lo que es significado. De igual manera, en el lenguaje corriente la palabra alma ya no despierta la idea de aliento, y la palabra corazón sólo nos trae a la mente las ideas de valor o amor. Claro que aquí hablamos de figuras del lenguaje o de metáforas, más que de símbolos. El símbolo es un signo real, mientras que la metáfora es sólo un signo verbal.
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    El símbolo es algo que significa algo distinto de si mismo, mientras que la metáfora es una palabra utilizada para dar a entender algo distinto de su significado propio. Por último, en el lenguaje normal, nosotros pasamos continuamente de la parte al todo y, gracias a una forma muy natural de hablar, usamos la palabra corazón para referirnos a la persona. Todas estas ideas nos ayudarán a determinar el objeto de la devoción al Sagrado Corazón.
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    El problema comienza cuando se debe distinguir entre los significados material, metafórico y simbólico de la palabra corazón. Se trata de saber si el objeto de la devoción es el corazón de carne, como tal, o el amor de Jesucristo significado metafóricamente por la palabra corazón, o el corazón de carne en cuanto símbolo de la vida emocional y moral de Jesús, especialmente de su amor hacia nosotros. Afirmamos que se da debido culto al corazón de carne en cuanto éste simboliza y recuerda el amor de Jesús y su vida emocional y moral (Cfr. Pío XII, encíclica "Haurietis Aquas", 18,21,24, N.T.). De tal forma, aunque la devoción se dirige al corazón material, no se detiene ahí: incluye el amor, ese amor que constituye su objeto principal pero que únicamente se alcanza a través del corazón de carne, símbolo y signo de ese amor. La devoción al solo Corazón de Jesús, tomado éste como una parte noble de su divino cuerpo, no sería equivalente a la devoción al Sagrado Corazón tal y como la entiende y aprueba la Iglesia.
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    Y lo mismo se puede decir de la devoción al amor de Jesús, como si se tratara de una parte separada de su corazón de carne, o sin más relación con este último que la sugerida por una palabra tomada en su sentido metafórico. (Cfr. Gaudium et Spes, 22,2, N.T.) Pues hay que considerar que en esta devoción existen dos elementos: uno sensible, el corazón de carne, y uno espiritual, el que es representado y traído a la mente por el corazón de carne. Estos dos elementos no son dos objetos distintos, simplemente coordinados, sino que realmente constituyen un objeto solo, del mismo modo como lo hacen el alma y el cuerpo, y el signo y la cosa significada. De esos dos elementos el principal es el amor, que es la causa y la razón de la existencia de la devoción, tal como el alma es el elemento principal en el [[hombre. Consecuentemente, la devoción al Sagrado Corazón puede ser definida como una devoción al Corazón Adorable de Jesucristo en cuanto él representa y recuerda su amor. O, lo que equivale a lo mismo, se trata de la devoción al amor de Jesucristo en cuanto que ese amor es recordado y simbólicamente representado por su corazón de carne (Cfr. Encíclica de S.S. León XIII, Annum Sacrum; Catecismo de la Iglesia Católica nos. 479, 609. N.T.).
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    Es este simbolismo lo que de da su significado y su unidad, y su fuerza simbólica queda admirablemente completada al ser representado el corazón como herido. Como el Corazón de Jesús se nos presenta como el signo sensible de su amor, la herida visible en el Corazón nos recuerda la invisible herida de su amor ("Sólo el corazón de Cristo, que conoce las profundidades del amor de su Padre, pudo revelarnos el abismo de su misericordia de una manera tan llena de simplicidad y de belleza", Catecismo de la Iglesia Católica, 1439, N.T.).
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    Ese simbolismo también nos deja en claro que la devoción, si bien concede al corazón un lugar especial, poco está interesada en los detalles anatómicos. Dado que en las imágenes del Sagrado Corazón la expresión simbólica debe predominar sobre todo lo demás, no se busca nunca la congruencia anatómica; ésta afectaría negativamente la devoción al debilitar la evidencia del simbolismo. Es de primera importancia que el corazón como emblema se pueda distinguir del corazón anatómico; lo apropiado de la imagen debe ser favorable a la expresión de la idea. En una imagen del Sagrado Corazón es necesario un corazón visible, pero éste debe ser, además de visible, simbólico. Y se puede afirmar algo semejante en el ámbito de la fisiología, porque el corazón de carne que constituye el objeto de la devoción, y que debe dejar ver el amor de Jesús, es el Corazón de Jesús, el Corazón real, viviente, que en verdad amó y sufrió; el que, como lo experimentamos en nuestros corazones, tuvo relación con las emociones y la vida moral de Cristo; el que, por el conocimiento, así sea rudimentario, que tenemos a partir de las operaciones de nuestra propia vida humana, jugó igual papel en las operaciones de la vida del Maestro. Sin embargo, la relación entre el Corazón y el Amor de Cristo no tiene un carácter puramente convencional, como es el caso entre la palabra y la cosa, o entre la bandera y el país que ésta representa.
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    Ese Corazón ha estado y está inseparablemente vinculado con la vida de Cristo, vida de bondad y amor. Basta, empero, que en nuestra devoción simplemente conozcamos y sintamos esta relación tan íntima. No tenemos por qué preocuparnos por la anatomía del Sagrado Corazón, ni con determinar cuáles son sus funciones en la vida diaria. Sabemos que el simbolismo del corazón se funda en la realidad y que constituye el objeto de nuestra devoción al Sagrado Corazón, la cual no está en peligro de caer en el error. Es precisamente esa característica la que define naturalmente a la devoción al Sagrado Corazón. Es más, ya que la devoción se dirige al amante Corazón de Jesús, ella debe abarcar todo aquello que es abrazado por ese amor. Y, en ese contexto, ¿no fue ese amor la causa de toda acción y sufrimiento de Cristo?. ¿No fue su vida interior, más que la exterior, dominada por ese amor? Por otro lado, teniendo la devoción al Sagrado Corazón como objeto al Corazón viviente de Jesús, eso mismo familiariza al devoto con toda la vida interna del Maestro, con sus virtudes y sentimientos y, finalmente, con Jesús mismo, infinitamente amante y amable. Consecuentemente, de la devoción al Corazón amante se procede, primero, al conocimiento íntimo de Jesús, de sus sentimientos y virtudes, de toda su vida emocional y moral; del Corazón amante se extiende a las manifestaciones de su amor. Hay otra forma de extensión que, teniendo la misma significación, se realiza, sin embargo, de diverso modo, pasando del Corazón a la Persona. Transición que, por otra parte, es algo que se realiza naturalmente. Cuando hablamos de un "gran corazón" siempre hacemos alusión a una persona, del mismo modo que cuando mencionamos el Sagrado Corazón nos referimos a Jesús. Esto no sucede porque ambas cosas sean sinónimas sino porque la palabra corazón se utiliza para indicar una persona, y esto es posible porque expresamos que tal persona está relacionada con su propia vida moral y emocional.
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    Del mismo modo, cuando nos referimos a Jesús como el Sagrado Corazón, lo que en realidad queremos expresar es al Jesús que manifiesta su Corazón, el Jesús amante y amable. Jesús entero queda recapitulado en su Corazón Sagrado, al igual que todas las cosas son recapituladas en Jesús. Dios continuamente se lamenta de ello en las Sagradas Escrituras; los santos siempre han escuchado en sus corazones la queja de ese amor no correspondido. Una de las fases esenciales de la devoción es la percepción de que el amor de Jesús por nosotros es ignorado y despreciado. El mismo Jesús reveló esa verdad a Santa Margarita María Alacoque, ante la que se quejó de ello amargamente.
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    Únicamente ese amor puede explicar a Jesús, así como sus palabras y obras. Empero, su amor brilla más resplandeciente en ciertos misterios a través de los que nos llegan grandes bienes, y en los cuales Jesús se manifiesta más generoso en la entrega de si mismo. Podemos pensar, por ejemplo, en la Encarnación, la Pasión y la
    Eucaristía. Estos misterios, además, tienen un lugar especial en la devoción que, buscando a Jesús y los signos de su amor y su gracia, los encuentra aquí con una intensidad mayor que en cualquier evento particular.
    Ya se dijo arriba que la devoción al Sagrado Corazón, dirigida al Corazón de Jesús como emblema de su amor, pone especial atención a su amor por la humanidad. Lógicamente, esto no excluye su amor a Dios, pues está incluido en su amor por los hombres. Se trata, entonces, de la devoción al "Corazón que tanto ha amado a los hombres", según las palabras citadas por Santa Margarita María.
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    Por último, surge la pregunta de si el amor al que honramos con esta devoción es el mismo con el que Jesús nos ama en cuanto hombre o se trata de aquel con el que nos ama en cuanto Dios. O sea, si se trata de un amor creado o de uno increado; de su amor humano o de su amor divino. Sin lugar a dudas se trata del amor de Dios hecho hombre, el amor del Verbo Encarnado. Ningún devoto separa estos dos amores, como tampoco separa las dos naturalezas de Cristo (Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, No. 470, N.T.). Y aunque quisiésemos debatir este punto y solucionarlo a toda costa, sólo encontraremos que hay diferentes opiniones entre los autores. Algunos, por considerar que el corazón de carne sólo puede vincularse con el amor humano, concluyen que no puede simbolizar el amor divino que, a su vez, no es propio de la persona de Jesús y que, por tanto, el amor divino no puede ser objeto de la devoción. Otros afirman que el amor divino no puede ser objeto de la devoción si se le separa del Verbo Encarnado, o sea que sólo es tal cuando se le considera como el amor del Verbo Encarnado y no ven porqué no pueda ser simbolizado por el corazón de carne ni porqué la devoción debiera circunscribirse solamente al amor creado.

    Fundamentos de la devoción



    Corazón de Jesús bendiciendo
    Esta cuestión puede ser estudiada bajo tres aspectos: el histórico, el teológico y el científico.
    a. Fundamentos históricos
    Esta cuestión puede ser estudiada bajo tres aspectos: el histórico, el teológico y el científico.
    a. Fundamentos históricos
    Claude de la Colombière, confesor de Santa Margarita María
    Al aprobar la devoción al Sagrado Corazón, la Iglesia no simplemente confió en las visiones de Santa Margarita María, sino que, haciendo abstracción de ellas, examinó el culto en si mismo. Las visiones de Santa Margarita María podían ser falsas, pero ello no debía repercutir en la devoción, haciéndola menos digna o firme. Sin embargo, el hecho es que la devoción se propagó principalmente bajo la influencia del movimiento que se inició en Paray-le-Monial. Antes de su beatificación, las visiones de Santa Margarita María fueron críticamente examinadas por la Iglesia, cuyo juicio, en tales casos, aunque no es infalible, sí implica una certeza humana suficiente para garantizar las palabras y acciones que se sigan de él.
    b. Fundamentos teológicos:
    Juan Pablo II venerando los restos incorruptos de Santa Margarita María
    El Corazón de Jesús merece adoración, como lo hace todo lo que pertenece a su persona. Pero no la merecería si se le considerase como algo aislado o desvinculado de ésta. Definitivamente, al Corazón de Jesús no se le considera de ese modo, y Pío VI, en su bula de 1794, "Auctorem fidei", defendió con su autoridad este aspecto de la devoción contra las calumnias jansenistas. Si bien el culto se rinde al Corazón de Jesús, va más allá del corazón de carne, para dirigirse al amor cuyo símbolo expresivo y vivo es el corazón. No se requiere justificar la devoción acerca de esto. Es la Persona de Jesús a quien se dirige, y esta Persona es inseparable de su divinidad. Jesús, la manifestación viviente de la bondad de Dios y de su amor paternal; Jesús, infinitamente amable y amante, visto desde la principal manifestación de su amor, es el objeto de la devoción al Sagrado Corazón, del mismo modo que lo es de toda la religión cristiana. La dificultad reside en la unión del corazón y el amor, y en la relación que la devoción supone que existe entre ambos. Pero, ¿no es esto un error que ya ha sido superado hace mucho?. Sólo queda por ver si la devoción, bajo este aspecto, está bien fundamentada.
    c. Fundamentos filosóficos y científicos:
    San Juan Evangelista escuchó los latidos del Corazón de Jesús
    En este aspecto ha habido cierta falta de certeza entre los teólogos. No obviamente en lo tocante a la base del asunto, sino en lo que respecta a las explicaciones. En ocasiones ellos han hablado como si el corazón fuera el órgano del amor, aunque este punto no tiene relación con la devoción, para la cual basta que el corazón sea el símbolo del amor y sobre ello no cabe duda: sí hay una vinculación real entre el corazón y las emociones. Nadie niega el hecho de que el corazón es símbolo del amor y todos experimentamos que el corazón se convierte en una especie de eco de nuestros sentimientos. Un estudio de esta especie de resonancia sería muy interesante, pero no le hace falta a la devoción, ya que es un hecho atestiguado por la experiencia diaria; un hecho del cual la medicina puede dar razones y explicar las condiciones, pero que no es parte del presente estudio, ni su objeto requiere ser conocido por nosotros.

    El acto propio de la devoción


    Alegoría del Corazón de Jesús
    El objeto mismo de la devoción exige un acto apropiado, si se considera que la devoción al amor de Jesús por nosotros debe ser, antes que nada, una devoción al amor a Jesús. Su característica debe ser la reciprocidad del amor; su objeto es amar a Jesús que nos ama tanto; pagar amor con amor. Más aún, habida cuenta que el amor de Jesús se manifiesta al alma devota como despreciado y airado, sobre todo en la Eucaristía, el amor propio de la devoción deberá manifestarse como un amor de reparación. De ahí la importancia de los actos de desagravio, como la comunión de reparación, y la compasión por Jesús sufriente. Mas ningún acto, ninguna práctica, puede agotar las riquezas de la devoción al Sagrado Corazón. El amor que constituye su núcleo lo abraza todo y, entre más se le entiende, más firmemente se convence uno de que nada puede competir con él para hacer que Jesús viva en nosotros y para llevar a quien lo vive a amar a Dios, en unión con Jesús, con todo su corazón, su alma y sus fuerzas.

    Ideas históricas sobre el desarrollo de la devoción

    Cristo mostrando la llaga del costado por donde entró la lanza que traspasó el Corazón, de donde nace su Iglesia. Escultura en piedra del siglo XV. Francia. Fotografía de Juan Dejo Bendezú S.J,
    1. Desde el tiempo de San Juan y San Pablo siempre ha existido en la Iglesia algo semejante a una devoción al amor de Dios, quien tanto amó al mundo que le dio a su Hijo unigénito, y al amor de Jesús, quien tanto nos ama que se entregó a si mismo por nosotros. Claro que, hablando adecuadamente, eso no era equivalente a la devoción al Sagrado Corazón, ni le rendía culto al Corazón de Jesús como símbolo de su amor.
    Una lanza similar a esta hizo brotar sangre y agua del Corazón de Cristo
    Desde los primeros siglos, también, siguiendo el ejemplo del evangelista, ha sido costumbre meditar sobre el costado abierto de Cristo y el misterio de la sangre y agua, y se ha visto a la Iglesia como naciendo de esa herida, del mismo modo como Eva nació del costado de Adán (Cfr. San Ambrosio, Expositio Evangelii secundum Lucam, 2, 85-89;
    La devoción al Sagrado Corazón de Jesús conduce a la adoración eucarística
    , Lumen Gentium, 3; Sacrosanctum Concilium, 5, N.T.) Sin embargo, no existe constancia alguna de que durante los primeros diez siglos se haya rendido culto al Corazón herido. 2. No es sino hasta los siglos XI y XII que encontramos señales inconfundibles de alguna devoción al Sagrado Corazón.
    El corazón de Jesús es principio y término de nuestra reconciliación penitente, afirma rotundamente el teólogo francés Bertrand de Margerie S.J.
    Se trataba de acercarse al Corazón Herido a través de la herida del costado, y la herida del Corazón simbolizaba la herida del Amor. Fue en el ambiente de fervor de los monasterios benedictinos o cistercienses, gracias al pensamiento de Anselmo o Bernardo, donde la devoción nació, aunque es imposible determinar con certidumbre cuáles hayan sido sus primeros textos o quiénes sus primeros devotos. Según Santa Gertrudis y Santa Matilde, y para el autor de la "Vitis mystica", la devoción ya era muy conocida en sus tiempos. No sabemos, sin embargo, exactamente a quién se debe la "Vitis mystica".
    "Sagrado Corazón de Jesús, Salvad a España.
    Hasta principios del siglo XX se le había venido atribuyendo su autoría a San Bernardo, pero algunas publicaciones de la hermosa y académicamente completa edición Quaracchi la atribuyen, y no sin razones de peso, a San Buenaventura ("S. Bonaventurae opera omnia", 1898,VIII, LIII). Sea como sea, ese documento contiene uno de los más hermosos pasajes que se hayan inspirado en la devoción al Sagrado Corazón y que la Iglesia utiliza para las lecciones de la Liturgia de las Horas en su fiesta. Para Santa Matilde (+1298) y Santa Gertrudis (+1302), se trata de una devoción muy conocida que había sido base de muchas bellas oraciones y prácticas devocionales. Y merece especial atención la visión de Santa Gertrudis en la fiesta de San Juan Evangelista, ya que constituye un hito en la historia de la devoción. Habiéndosele permitido recostar su cabeza cerca del costado herido del Salvador, pudo escuchar los latidos del Divino Corazón.
    La victoria final será del Sagrado Corazón, tal como lo prometió Cristo
    Le preguntó a Juan si en la noche de la Última Cena él también había podido escuchar tan deliciosas pulsaciones y, si así había sido, porqué no había hablado de ello. Juan le respondió que esa revelación había sido reservada para tiempos posteriores, cuando el mundo, habiéndose enfriado, necesitara que su amor se le recalentara ("Legatus divinae pietatis", IV, 305; "Revelationes Gertrudianae", ed. Poitiers y Paris, 1877). 3. A partir del siglo XIII y hasta el XVI, la devoción se propagó, pero sin desarrollarse internamente.
    Corazón bordado
    Era practicada en todas partes por almas escogidas, de lo que dan abundante testimonio las vidas de los santos y los anales de las diferentes congregaciones religiosas como franciscanos, dominicos, jesuitas, cartujos, etc. Empero, siempre fue una devoción individual de carácter místico. No había comenzado aún ningún movimiento generalizado, a menos que uno concibiera como tal la devoción a las Cinco Llagas entre las que la herida del Corazón figuraba prominentemente y a cuya propagación los franciscanos habían dedicado gran esfuerzo.
    4. Parece ser que fue en el siglo XVI que la devoción avanzó y pasó del dominio místico al de la ascesis cristiana. Se convirtió en una devoción objetiva, con oraciones previamente formuladas y ejercicios especiales cuya práctica era muy recomendada a la par que su valor era apreciado. Esto lo sabemos gracias a los escritos de esos dos maestros de la vida espiritual, el piadoso Lanspergius (+1539), de los Cartujos de Colonia, y el devoto Lois de Blois (Blosius, 1566), un monje benedictino y abad de Liessies, en Hainaut. A ellos se pueden añadir San Juan de Ávila (+ 1569) y San Francisco de Sales, éste último del siglo XVII.
    5. Desde entonces todo pareció ayudar al temprano nacimiento de la devoción. Los autores ascéticos hablan de ella, especialmente los de la Compañía de Jesús, Álvarez de Paz, Luis de la Puente, Saint-Jure y Nouet. Y no faltan tratados especializados, como la pequeña obra del Padre Druzbicki, "Meta Cordium, Cor Jesu". Entre los místicos y almas piadosas que practicaron la devoción podemos contar a San Francisco de Borja, San Pedro Canisio, San Luis Gonzaga y San Alfonso Rodríguez, de la Compañía de Jesús. Igualmente, a la Beata Marina de Escobar (+1633) en España; a las Venerables Magdalena de San José y Margarita del Santísimo Sacramento, ambas carmelitas, en Francia; Jeanne de San Mateo Deleloe (+1660), una benedictina, en Bélgica; la incomparable Armelle de Vannes (+1671). E incluso en ambientes jansenistas o mundanos, Marie de Valernod (+1654) y Angélique Arnauld; M. Boudon, archidiácono de Evreux, el Padre Huby, el apóstol de los retiros, en Bretaña y, sobre todos ellos, la Beata Marie de la Encarnación, quien falleció en Quebec en 1672. La Visitación parecía estar esperando a Santa Margarita María. Su espiritualidad, algunas intuiciones de San Francisco de Sales, las meditaciones de Mère l'Huillier (+1692), todo ello preparó el camino. La imagen del Corazón de Jesús estaba evidente en todas partes gracias, en gran manera, a la devoción franciscana a las Cinco Llagas y a la costumbre jesuita de colocar la imagen en la página de títulos de sus libros y en los muros de sus templos.
    6. A pesar de eso la devoción seguía siendo algo individual o, a lo mucho, privado. El hacerla pública, honrarla en el Oficio Divino y establecerle una fiesta estaba reservado a San Juan Eudes (1602-1680). El Padre Eudes fue, más que nada, el apóstol del Corazón de María, pero en su devoción por el Corazón Inmaculado había siempre una parte para el Corazón de Jesús. Poco a poco se fue separando la devoción por el Sagrado Corazón y el 31 de agosto de 1670 se celebró con gran solemnidad la primera fiesta del Sagrado Corazón en el Gran Seminario de Rennes. El 20 de octubre le siguió Coutances y desde entonces quedó unida a esa fecha la fiesta de los eudistas. De ahí pronto cundió la fiesta a otras diócesis e igualmente la devoción fue adoptada por varias comunidades religiosas. Y así llegó a estar en contacto con la devoción que ya existía en Paray, en donde las dos se fundieron naturalmente.
    7. Cristo escogió a Santa Margarita María de Alacoque (1647-1690), una humilde monja visitandina del monasterio de Paray-le-Monial, para revelarle los deseos de su Corazón y para confiarle la tarea de impartir nueva vida a la devoción. Nada indica que esta piadosa religiosa haya conocido la devoción antes de las revelaciones, o que, al menos, haya prestado alguna atención a ella. Estas revelaciones fueron muy numerosas y son notables las siguientes apariciones: la que ocurrió en la fiesta de San Juan, en la que Jesús permitió a Margarita María, como antes lo había hecho con Santa Gertrudis, recargar su cabeza sobre su Corazón, y luego le descubrió las maravillas de su Amor, diciéndole que deseaba que fueran conocidas por toda la humanidad y que los tesoros de su bondad fueran difundidos. Añadió que Él la había escogido a ella para esta obra (27 de diciembre, probablemente del 1673). En otra, probablemente distinta de la anterior, Él pidió ser honrado bajo la figura de su corazón de carne. En otra ocasión, apareció radiante de amor y pidió que se practicara una devoción de amor expiatorio: la comunión frecuente, la comunión cada primer viernes de mes, y la observancia de la Hora Santa (probablemente en junio o julio de 1674). En otra, conocida como la "gran aparición", que tuvo lugar en la octava de Corpus Christi, 1675, probablemente el 16 de junio, fue cuando Jesús dijo: "Mira el Corazón que tanto ha amado a los hombres... en vez de gratitud, de gran parte de ellos yo no recibo sino ingratitud". Y le pidió que se celebrase una fiesta de desagravio el viernes después de la octava de Corpus Christi, advirtiéndole que debía consultar con el Padre de la Colombière, por entonces superior de la pequeña casa jesuita en Paray. Finalmente, aquellas en las que el Rey solicitó solemne homenaje y determinó que fuera la Visitación y los jesuitas quienes se encargasen de propagar la nueva devoción. Pocos días después de la "gran aparición", en junio de 1675, Margarita María informó de todo al Padre de la Colombière y este último, reconociendo la acción del [[Espíritu Santo]], se consagró él mismo al Sagrado Corazón, dio instrucciones a la visitandina para que pusiera por escrito los detalles de la aparición y utilizó cuanta oportunidad tuvo para discretamente circular ese relato en Francia e Inglaterra. A su muerte, el 15 de febrero de 1682, se encontró en su diario de retiros espirituales una copia manuscrita suya del relato que él había solicitado de Margarita María, con unas breves reflexiones acerca de la utilidad de la devoción. Ese diario, junto con el relato y un precioso "ofrecimiento" al Sagrado Corazón en el que se explica claramente la devoción, fue publicado en Lyón en 1684. El librito fue muy leído, aún en Paray, aunque no dejó de causar una "horrible confusión" a Margarita María, quien, a pesar de todo, decidió aprovecharlo para extender su preciada devoción. Se unieron al movimiento Moulins, con la Madre de Soudeilles, Dijon, con la Madre de Saumaise y la hermana Joly, Semur, con la Madre Greyfié y hasta Paray, que al principio se había resistido. Fuera de las Visitandinas, sacerdotes, religiosos y laicos abrazaron la causa. En especial un capuchino, los dos hermanos de Margarita María y algunos jesuitas, entre los que estaban los padres Croiset y Gallifet, quienes estaban destinados a desempeñar un papel importante en pro de la devoción.
    8. La muerte de Margarita María, el 17 de octubre de 1690, no asfixió el entusiasmo de quienes estaban interesados en la devoción. Todo lo contrario. La pequeña narración que hizo el Padre Croiset en 1691 de la vida de la santa, como un apéndice de su libro "De la devotion au Sacre Coeur", sólo sirvió para aumentarlo. A pesar de todo tipo de obstáculos y de la lentitud de la Santa Sede, que en 1693 concedió indulgencias a las cofradías del Sagrado Corazón y que en 1697 otorgó a la Visitandinas licencia para celebrar la fiesta junto con la de las Cinco Llagas, pero que se negó a otorgar una fiesta común para toda la Iglesia, con Misa especial y oficio, la devoción se extendió, en particular entre las comunidades religiosas.
    Pío XII promulgó "Haurietis Aquas", del 15 de mayo de 1956
    Quizás la primera ocasión para realizar una consagración solemne al Sagrado Corazón y un acto público de culto fuera de las comunidades religiosas la proporcionó la plaga de Marsella, en 1720. Otras ciudades del sur siguieron el ejemplo de Marsella y a partir de ahí la devoción se popularizó.
    Benedicto XVI dice que hay que experimentar el amor de Dios dirigiendo la mirada al Corazón de Jesucristo
    En 1726 se consideró oportuno acudir de nuevo a Roma para solicitar una fiesta propia, pero en 1729, de nuevo, Roma se negó. Mas por fin, en 1765, finalmente cedió y ese mismo año, a petición de la Reina, la fiesta fue aceptada semioficialmente por el episcopado francés. De todos los rincones del planeta llovieron las solicitudes a Roma, y a todas se dio respuesta afirmativa. Finalmente, gracias a las presiones de los obispos de Francia, el Papa Pío IX extendió la fiesta a la Iglesia Universal bajo la modalidad de rito doble mayor. En 1889 la Iglesia la elevó a rito doble de primera clase. En todos lados se realizaban actos de consagración y reparación junto con la devoción. En ocasiones, en especial después de 1850, grupos, congregaciones y hasta naciones enteras se han consagrado al Sagrado Corazón. En 1875 todo el mundo católico se consagró de esa manera. Aún así, el Papa aún no había decidido tomar la iniciativa o intervenir directamente. Eventualmente, el 11 de junio de 1899, por orden de León XIII, y con una fórmula prescrita por él, toda la humanidad fue solemnemente consagrada al Sagrado Corazón. La idea de llevar a cabo esa acción, que León XIII calificó como "el gran acontecimiento" de su pontificado, le había sido sugerida por una religiosa del Buen Pastor, de Oporto (Portugal), quien afirmó que ella lo había recibido directamente de Cristo. Ella, quien era miembro de la familia Drost-zu-Vischering, y cuyo nombre de religión era María del Divino Corazón, murió en la fiesta del Sagrado Corazón, dos días antes de la consagración, que había sido pospuesta hasta el siguiente domingo.
    (Nota del traductor: S.S. León XIII promulgó, el 25 de mayo de 1899, la encíclica "Annum Sacrum", en la que recomienda la práctica de la devoción al Sagrado Corazón, y algunos de sus sucesores hicieron lo propio, en especial Pío XI, en su encíclica "Miserentissimus Redemptor", del 8 mayo de 1928, y Pío XII, en sus encíclicas "Summi Pontificatus", del 20 de octubre de 1939, "Mystici Corporis", del 29 de junio de 1943 y "Haurietis Aquas", del 15 de mayo de 1956. Esta última contiene una exposición integral del culto y la devoción al Sagrado Corazón y debe convertirse en lectura indispensable para quien desee conocer a fondo la posición pontificia al respecto. El Concilio Vaticano II, 1962-1965, hace referencia al Corazón de Cristo en varios documentos. Finalmente, el Papa Juan Pablo II incluyó el tema como parte del Catecismo de la Iglesia Católica, en 1992).
    Al hacer mención de esas grandes manifestaciones públicas no debemos olvidar hacer también alusión a la vida íntima de la devoción en las almas, a las prácticas que la acompañan, a las obras y asociaciones de las que es el alma. Tampoco debemos pasar por alto el carácter social que ha asumido en años recientes. Los católicos franceses, en forma especial, se aferran a esa devoción como a una de sus mayores esperanzas de ennoblecimiento y salvación.

    Fuente: Bainvel, Jean. "Devotion to the Sacred Heart of Jesus." The Catholic Encyclopedia. Vol. 7. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/07163a.htm>.
    Traducido por Javier Algara Cossío.